Economía

Análisis. Perspectivas para 2016

Análisis. Perspectivas para 2016
15/03/2016 |01:32Julio A. Millán B. |
Redacción El Universal
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Las medidas ortodoxas de recortar el gasto público en 132 mil millones de pesos y aumentar la tasa de referencia a 3.75%, aplicadas por nuestras autoridades encargadas de la política fiscal y monetaria tendrán un costo sobre el crecimiento económico de 2016. El impacto sobre empresas, gobierno y personas será distinto y de diferente magnitud, pero en su conjunto el ajuste interno tendrá un efecto recesivo sobre la economía mexicana, lo cual se añade a los efectos del entorno externo complicado por el que atraviesa la economía mundial.

Bajo este contexto, diversos especialistas privados, organismos internacionales y el propio Banco de México hemos ajustado a la baja las perspectivas de crecimiento de 2016 con relación a lo establecido a principios de año. Por nuestra parte, también ajustamos la expectativa de crecimiento, pasando de un intervalo de entre 2.7-3.2% a 2.4- 2.9%.

Entre los fenómenos externos que circunscriben nuestras perspectivas de crecimiento económico en 2016, están la desaceleración de la producción China, el bajo crecimiento de la economía estadounidense, la disminución del precio del petróleo, y la depreciación del peso frente al dólar bajo un contexto de guerra fría financiera. A estos sucesos debemos añadir las limitantes al crecimiento derivadas de los problemas de origen interno y consecuencias de los ajustes de las medidas ortodoxas.

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En cuanto a las medidas adoptadas por la política fiscal, la contención del gasto de gobierno afectará a diferentes eslabones de la cadena de valor de muchas industrias de alto impacto en la economía, reflejándose en un menor nivel de producción y ventas, menores salarios y menos empleos de las empresas en 2016. Si bien es cierto que la situación es más crítica para las pymes, recordemos que muchas empresas grandes como ICA han experimentado dificultades financieras, en parte debido a la dilación de los pagos en contratos con el gobierno. Es importante que el gobierno trabaje junto con las Cámaras que representan a los industriales, pues ante el recorte, lo más sensato es buscar medidas que hagan eficiente el gasto, con base en objetivos conjuntos; en otras palabras, hacer más con menos. Las pymes, de igual forma, deben medir riesgos y orientar un gasto efectivo orientado a consolidarse como parte de las cadenas productivas.

El aumento en las tasas de interés impactará durante 2016 con menores niveles de inversión y consumo. El alza de tasas también afectará el nivel de otros indicadores macroeconómicos como la inflación, tipo de cambio y saldo en cuenta corriente. Con respecto al tipo de cambio, las medidas de ajuste servirán temporalmente para paliar la volatilidad que tiende a depreciar nuestra moneda, pero no para mitigarla. Con esta base, estimamos que en 2016 el tipo de cambio promedio cierre dentro de un intervalo de 18.46 a 18.9 pesos. El nivel del tipo de cambio fomentará el crecimiento del valor de nuestras exportaciones, que estimamos estarán en un rango de 412 mil a 446 mil millones de pesos, por encima a lo registrado en 2015; sin embargo, la cuenta corriente será deficitaria en un intervalo de 28 mil a 30.6 mil millones de dólares.

Derivado del elevado nivel en el tipo de cambio, el alza en los costos de los insumos importados se verá reflejado en una mayor inflación, con respecto al año pasado, pues los empresarios no podrán mantener un margen de ganancia bajo, debido el alza de sus insumos. Para este indicador estimamos que en 2016 se sitúe entre 2.9% a 3.5%, que a pesar de que es una cifra mayor a la de 2015 (cuando fue de 2.13%), aún se encontrará dentro de objetivo del Banco de México de 3% (con un intervalo de variación de más menos 1%).

Finalmente, un tema importante que hay que considerar es la delicada situación de Pemex, cuyo futuro inmediato no es muy optimista debido al recorte fiscal de 100 mil mdp y el bajo precio de la mezcla mexicana del petróleo, para la cual estimamos en 2016 estará alrededor de los 23.7 y 20.4 dólares por barril.

La vicisitud en la que está Pemex, así como la situación de las finanzas públicas, muestra la urgencia de que las dependencias y programas de gobierno, en sus tres niveles, se organicen y coordinen con la iniciativa privada para generar políticas de fomento encaminadas a realizar gasto en temas de prioridad nacional, que fomenten el crecimiento y la estabilidad macroeconómica. La conjunción entre los objetivos del sector público y privado deberá de ser el hilo conductor que rija en 2016, para que nuestro país logre mantenerse en el sendero hacia el desarrollo.

*Presidente de Consultores Internacionales S.C.