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En los últimos 12 meses, Veracruz, Campeche y Tabasco perdieron 40 mil 583 empleos formales, consecuencia de la caída en la producción y los precios del petróleo, principalmente, así como recortes de personal en Pemex y empresas que laboran con la firma.
El número de trabajadores afiliados al IMSS en estas tres entidades pasó de un millón 104 mil personas en febrero de 2015 a un millón 64 mil empleados, una contracción anual de 3.7%.
El estado que reportó la mayor pérdida de empleos en los últimos 12 meses fue Veracruz, con la eliminación de 17 mil 366 puestos; le siguió Tabasco, con la destrucción de 13 mil 474 plazas, y Campeche, con una contracción de 9 mil 743 empleos en dicho periodo.
“El problema es muy grave y es culpa del sesgo económico que metió la producción petrolera en esos estados. Hoy no tienen ninguna alternativa de corto plazo que les permita recuperar el empleo perdido. Se necesita ver si hay recursos o alguna política para atenuar toda esta crisis de empleo que se va a vivir en la región”, advirtió Aníbal Gutiérrez, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM.
La extracción de crudo representa 47% del Producto Interno Bruto conjunto de estas tres entidades; sin embargo, hay una gran cantidad de actividades económicas directa o indirectamente dependientes del sector petrolero, por lo que su incidencia en la actividad económica y la generación de empleos es mucho mayor.
Sólo la extracción de petróleo en Campeche representa 80% del PIB estatal; en el caso de Tabasco la participación es de 58%, y en Veracruz es de 7.8%, lo que refleja una economía estatal más diversificada.
De febrero del año pasado al cierre del mes pasado, el precio de la mezcla mexicana cayó 22.37 dólares (45.2%), una merma importante para los ingresos de Pemex y su derrama económica en las entidades donde opera.
El desplome de los precios internacionales del crudo ha traído como consecuencia la cancelación o aplazamiento de proyectos, lo que ha incidido en la contracción del empleo.
Otro factor que ha afectado los niveles de actividad económica y generación de empleos en la región del golfo es la contracción de los niveles de producción de hidrocarburos.
Estas tres entidades son responsables de 67% de la extracción nacional de crudo, destacando el caso de Campeche, que concentra 49% (con los activos de Cantarell y Ku-Mallob-Zaap), Tabasco, con 14%, y Veracruz, con 5% de la producción total.
De 2007 a enero de 2016, la producción de crudo en estos tres estados pasó de 2 millones 509 mil barriles diarios a un millón 524 mil barriles, una caída de 39.2%. Mientras, la extracción en Campeche cayó 45% y la de Tabasco se contrajo 25.1% en los últimos ocho años.
“Hubo un primer impacto en términos del nivel de empleo ante la caída de la demanda de Pemex que se explica por el deterioro en la capacidad de producción petrolera en la zona y el deterioro del precio del petróleo. No hay a la vista un mecanismo que compense esa pérdida, más allá de la inversión privada que puede llegar por la reforma energética, pero son proyectos que van a tardar”, explicó Aníbal Gutiérrez.
