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El incremento en la tasa de interés referencial en Estados Unidos, aplicado en diciembre pasado, pudo haber llegado fuera de tiempo dadas las circunstancias desfavorables que le precedieron, de acuerdo con analistas consultados por EL UNIVERSAL.
El pasado 16 de diciembre, la Reserva Federal elevó el precio del dinero en la economía más grande del mundo, medido con la tasa referencial, un hito histórico para los mercados.
El dinero cumplió siete años en un rango mínimo inédito de 0%-0.25% anual; sin embargo, el banco central más influyente del mundo decidió encarecerlo en 25 puntos base y situarlo entre 0.25% y 0.50%.
La decisión dio fin a la mayor era de estímulos monetarios en la historia de Estados Unidos.
El ajuste sucedió como lo descontaban tanto inversionistas como analistas, y en su momento sugería que la economía estadounidense se recuperaba de forma sólida, lo que en estos momentos se ha puesto en duda tras la contracción de su industria.
Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays, opinó que el incremento de tasas de interés de la Fed pudo haber llegado tarde, dado que el ciclo económico estadounidense estaba por finalizar su fase de expansión y ahora se dirige a la parte baja, “lo que no da tiempo para subir las tasas de interés de manera sostenida”.
“La tardanza no fue porque la Fed haya querido, sino porque primero tuvo que retirar las compras de activos y otros estímulos”, explicó.
Consideró que hay una probabilidad de que la economía global caiga en recesión en 2017, ante la contracción de la producción industrial.
“Los mercados se están adelantando a una recesión global, que dé pauta a la Fed para no subir tasas”, dijo.
Para Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte, si la Fed decide no subir las tasas este año, va a estar admitiendo que fue un error haberlo hecho en diciembre pasado.
Adolfo Acebrás, economista en jefe de UBS, comentó que a principios de año anticipaba que la economía estadounidense podía crecer 2.5% en 2016, pero ahora estima que se expanda sólo 1.5%.
Dijo que la desaceleración global y la apreciación del dólar, le han pegado a la actividad manufacturera estadounidense, lo que propiciará un incremento de tasas aún más gradual.
“Es temprano para afirmar que fue un error subir las tasas en diciembre, pero la situación ha cambiado bastante desde esa fecha, debido a mayores preocupaciones sobre la economía china, los bajos precios del petróleo y el efecto negativo del dólar en la actividad fabril estadounidense”, dijo.
Los inversionistas ven una probabilidad menor a 50% de que aumenten las tasas en Estados Unidos durante este año, de acuerdo con los precios de los contratos que se negocian en la Bolsa Mercantil de Chicago.
La mayoría de los miembros de la Fed reconocieron que la volatilidad incrementó los riesgos para el crecimiento de la economía estadounidense, según la minuta de la reunión que sostuvieron el 26 y 27 de enero.
La caída en los precios de las acciones, la ampliación de los diferenciales crediticios, la mayor apreciación del dólar y el incremento en la volatilidad, han restringido las condiciones financieras, mencionaron, e indicaron que en caso de persistir las condiciones actuales, sus efectos serían equivalentes a los observados si suben la tasa de interés referencial.