2016 ha arrancado desastroso en los mercados, aunque la situación se presenta más delicada para unos que para otros... Y los accionistas de Repsol, lo tienen asumido. Factores como la digestión de la compra de la canadiense Talisman en un timing nefasto, los altos niveles de deuda (ratio deuda/ebitda de 2.6 veces) y el precio del petróleo en los 30 dólares, tras desplomarse un 18% en lo que llevamos de año, han tenido un impacto devastador sobre el valor que está en mínimos de 1996 al cerrar este miércoles en los 8.82 euros por acción, y a un 70% por debajo de los máximos que llegó a marcar en 2007 en 30.37 euros.
Como resultado de esa presión bajista, su capitalización bursátil se ha reducido a la mitad en los últimos doce meses a 12 mil 233 millones de euros. Una marea bajista que afecta a pequeños y grandes accionistas, que ven cómo el valor de sus participaciones disminuye. CaixaBank y Sacyr, con un 11.7% y 8.7%, respectivamente, tienen valoradas las acciones de Repsol en libros en el entorno de los 17.5 euros, según analistas consultados, casi el doble de los precios de mercado.
Como consecuencia de esas caídas, entre las mayores petroleras mundiales, Repsol es la segunda compañía que cotiza con ratio precio/valor en libros más barata a 0.41 veces, sólo delante de la estadounidense Marathon Oil, que lo hace a 0.33 veces. En el podium europeo, ocupa la primera posición. Esto supone para la española un descuento de 60%, el nivel más bajo de la historia de la petrolera desde que Bloomberg ofrece datos (1999). Entre las grandes petroleras mundiales, le siguen las británicas Royal Dutch Shell y British Petroleum, a 0.78 veces y 0.8 veces, respectivamente, la italiana Eni también a 0.8 veces o la francesa Total a 1 vez su valor contable.
Y de momento, más allá de la cautela que impone la crítica situación, la petrolera presidida por Antonio Brufau sigue confiando a pies juntillas en cumplir los objetivos comprometidos en el Plan Estratégico 2016-2020 presentado en octubre y sustentado en un escenario ácido con un crudo a 50 dólares y que incluye desinversiones por valor de 6 mil 200 millones de euros. Y todo, según los expertos consultados, por cumplir con el dividendo presionados por los accionistas de referencia de la petrolera.
“En el entorno actual, no podemos descartar que dicho Plan no sea suficiente para cumplir con sus compromisos de reducción de deuda, por lo que estas incertidumbres seguirán pesando en el valor”, señala Óscar Anaya, de AlphaCarax. Desde Renta 4, Natalia Aguirre recuerda que “Repsol siempre ha tenido éxito en sus desinversiones. En los últimos tres años ha captado 10 mil millones de euros”.
De cara al primer semestre del año, los expertos esperan un primer semestre flojo para la empresa en el que se repita la divergencia entre sus dos principales negocios.
Amenazas latentes. Otra amenaza encima de la mesa es la próxima reunión que mantendrán a finales de febrero Repsol y las todopoderosas agencias de rating. “La reestructuración de la deuda de Talisman va a buen ritmo, por lo que no esperamos que se produzca un deterioro ”, afirma Sonia Ruiz, de Beka Finance.
Mientras, Oscar Anaya cree que “el deterioro tan brusco que se ha visto en el sector en los últimos meses ha hecho que las más apalancadas empiecen a ver amenazado su rating, por lo que Repsol intentará acelerar al máximo su plan de venta de activos”.