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La economía mexicana presenta contrastes que se fortalecen en todos los ámbitos, pues en la industria hay crecimiento, pero al mismo tiempo desaceleración en algunos sectores, advirtió la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Se genera riqueza, pero persiste la pobreza, agregó, además de que se aprobaron reformas, pero hay desafíos para tener una plena vigencia del Estado de derecho, lo que hace necesario llevar a cabo grandes modificaciones, como impulsar una política industrial de nueva generación.
Sin ese proyecto, “difícilmente acabaremos con los contrastes existentes y nuestra economía no tendrá el combustible necesario para alcanzar el crecimiento acelerado que impulsó la profunda transformación que cambió el rostro de nuestra nación en la segunda mitad del siglo pasado”, advirtió.
Se requiere fortalecer los instrumentos vigentes de promoción, la estructura productiva y ofrecer a las empresas de menor tamaño herramientas para que incrementen sus niveles de productividad y competitividad, señaló el organismo.
Ante ello, se requiere de más recursos por parte del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) y de la banca de desarrollo, instancias que deberían construir un programa para apoyar la reconversión empresarial.
En el documento Radiografía de la economía y la industria mexicana, la Concamin aseveró que el balance de resultados en materia económica ofrece luces y sombras. Por una parte se mantienen estables la inflación, las tasas de interés y las finanzas públicas, indicadores que no representan peligros potenciales para la evolución productiva en los próximos meses.
Además, mejora el empleo y la industria automotriz registra niveles históricos en producción, ventas y exportaciones. Sin embargo, “la producción, la inversión y buena parte de las exportaciones no petroleras han perdido dinamismo y no hay una mejoría sustancial en la percepción de empresarios y consumidores en materia económica”, explica el texto, divulgado por el organismo que preside Manuel Herrera Vega.
Para la Concamin, en los últimos meses del año se fortalecen los contrastes, porque si bien somos el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con menores niveles de desempleo, la informalidad se mantiene como un desafío.
Otro de los retos consiste en que la riqueza no se expande al ritmo necesario para frenar el aumento de la pobreza ni para atender los rezagos sociales. En México conviven compañías de clase mundial con negocios muy rezagados, señaló.
Por ello, hace falta una política industrial activa, integral e incluyente, que eleve la competitividad de las pequeñas y medianas empresas y las modernice para que suban su productividad. Solamente así se podrá lograr el cabal aprovechamiento del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), ya que es necesario incorporar a más industrias a las cadenas de valor y buscar la diversificación de las firmas, indicó.