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El dólar caro está pasando factura a la inflación. Los precios de las mercancías distintas de alimentos se aceleran a ritmos no vistos en casi tres años, al ser los más expuestos a los vaivenes del tipo de cambio, puesto que muchos de sus insumos provienen del extranjero.
De acuerdo con el Inegi, la inflación de estos bienes se disparó 3.04% en la primera mitad de octubre con respecto al periodo similar de 2014, su nivel más alto desde la segunda quincena de marzo de 2013.
La cotización del dólar en ventanillas repuntó 2.80 pesos, equivalente a 20.2%, durante los 12 meses previos al 15 de octubre de 2015, al incrementarse de 13.88 a 16.68 unidades, según Banamex.
Las cifras del Inegi revelan que los precios de los bienes duraderos, que se encuentran al interior de las mercancías no alimenticias, registraron un aumento a tasa anual de 3.11%.
El repunte en los precios de las mercancías no alimenticias contrastó con el nuevo mínimo sin precedentes de 2.47% anual registrado en la inflación general, que incluso resultó por debajo de 2.51% esperado por el consenso del mercado.
El dato histórico fue propiciado por la inflación no subyacente, que mide precios agropecuarios, energéticos y tarifas del gobierno, al registrar un nivel de 2.52% a tasa anual, el menor en casi cinco años, desde la primera quincena de marzo de 2011.
Al mismo tiempo, el índice subyacente, aquel que evalúa cotizaciones de mercancías y servicios, subió a 2.46% anual en la primera mitad de octubre, su registro más alto desde la segunda quincena de marzo.
Para Arturo Vieyra, analista de Banamex, la aceleración de los bienes no alimenticios hace evidente el traspaso del dólar caro a los precios.
Estima que la inflación general tocó piso en el actual nivel y advierte que el efecto de la depreciación cambiaria sobre los precios será uno de los impulsores principales para los meses siguientes.
En opinión de Joan Enric Domene, economista de Invex, el dólar caro durante un periodo prolongado de tiempo puede generar distorsiones en la formación de precios y en las expectativas de inflación.