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Para lograr un desarrollo más incluyente y un mayor crecimiento económico, los países emergentes debieran de considerar el cambio del modelo económico; tener un estado más rector y; ajustar las legislaciones para impedir que las grandes transnacionales se enriquezcan a costa de las naciones, ya que actualmente las grandes firmas poseen el 60% de la riqueza mundial, aseguró el embajador de Bolivia en México, Marcos Domic Ruiz.

La captación de inversiones son el gran pretexto de muchos gobiernos emergentes para permitir las participación de los consorcios extranjeros privados, pero tiene que ver con que están siguiendo recomendaciones de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, pero en realidad los países en desarrollo podrían invertir mucho más que lo que se capta por capitales foráneos, comentó.

Las transancionales “plantean la acumulación a favor suyo y el trabajo social es aprovechado por una parte minúscula de la sociedad, las empresas controlan hasta el 60% de la riqueza que producen los pueblos; no tienen límites en su manera de explotar y conseguir recursos, por eso depredan la naturaleza”, comento el diplomático al anunciar la Segunda Conferencia mundial de los pueblos sobre el cambio climático y en defensa de la vida a realizarse del 10 al 12 de octubre próximo.

Recordó que en el 2006 su país se convirtió en el Estado Plurinacional de Bolivia, porque  se adoptó una nueva Constitución, el petróleo se renacionalizó, se cambió la legislación para las empresas de manera que en lugar de se llevaran las transnacionales el 82% y dejaran solamente el 18% de las ganancias; se cambió a 80% para el país y el resto para las firmas.

Domic Ruiz comentó que el problema fue la falta de control para las empresas, las cuales a lo largo de los años han causado desastres económicos, financieros y ecológicos. La situación “se agudiza por el neoliberalismo”y  capitalismo, por eso es necesario “volcar la tortilla, de manera que los gobiernos de los países en desarrollo se hagan cargo de su propia economía”, y cambien de modelo económico.

Las autoridades de países en desarrollo  debieran de tener un estado rector e inversor enfocado a la redistribución real de la riqueza que se genera en el país, a fin de disminuir la pobreza, como sucedió en Bolivia que del 2006 al 2014 bajó en 20 puntos el número de personas que son pobres extremos, expuso el Embajador boliviano.

cfe

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