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La discusión del Paquete Económico en el Congreso debe tomar en cuenta diversos aspectos que no formaron parte del proyecto para 2016, con el fin de impulsar el crecimiento económico y aumentar la inversión pública, al tiempo de evitar hacer reasignaciones presupuestales con tintes político-electoral en las entidades con comicios, reveló la iniciativa privada.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) destacó que el recorte presupuestal puede tener un efecto moderado sobre el crecimiento económico.
Sin embargo, consideró positivo otros elementos como la recaudación que se logrará con la iniciativa presentada, así como los avances en materia de reducción del gasto público.
Lo anterior, abundó, porque hay parte del gasto público que “todavía no refleja un beneficio claro para la economía en su conjunto ni para los hogares del país”.
Por su parte, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) pidió a los legisladores “no caer en la tentación de emplear sus atribuciones para la reasignación de recursos presupuestales con fines político-electorales en las 12 entidades en las que habrá comicios para votar por un nuevo gobernador”.
Al Congreso le corresponde hacer “una revisión cuidadosa” de la propuesta que envío el Ejecutivo, agregó la Concamin, la cual calificó de ir en la “dirección correcta” y de constituir una “respuesta acertada” frente a las dificultades planteadas por un entorno económico mundial incierto y adverso.
Añadió que representa una oportunidad para realizar una “auténtica reingeniería presupuestal y prescindir de aquellos gastos, programas y estructuras de gobierno que no contribuyen al desarrollo y consumen recursos que podrían fortalecer la cobertura y eficacia de los programas sociales y los proyectos de inversión”.
Para el CEESP, si bien la mayoría de las opiniones apuntan a que es un paquete realista que contribuirá al crecimiento y a la generación de empleos, hay puntos a destacar.
Por ejemplo, el gobierno espera que el origen principal de la recaudación sea concepto del IEPS, en donde se prevé un incremento real de 120.2%, como consecuencia del efecto generado por el diferencial en el precio de la gasolina de México con relación al del exterior. Así como al aumento de la captación de Impuesto Sobre la Renta (ISR).
En materia de gasto se propone una disminución de 1.9% real, lo que en términos monetarios representa una baja de 92.7 mil millones de pesos.
Pero resalta que la inversión, que es el principal motor de crecimiento de un país, disminuya 21%.
