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La recuperación económica de los países desarrollados está avanzando, pero el estancamiento del comercio y el deterioro de las condiciones en los mercados financieros limitan las perspectivas de crecimiento en las principales economías emergentes, como China y Brasil, advirtió la OCDE en sus más recientes proyecciones económicas.
Para este año se espera que el crecimiento de la economía mundial sea de 3% , tasa ligeramente inferior a 3.1% estimado en enero pasado, y de 3.6% para 2016, dos décimas por debajo de lo previsto anteriormente.
“Las perspectivas de crecimiento mundial se han debilitado ligeramente y el panorama se ve ensombrecido por incertidumbres importantes”, dijo la economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Catherine L. Mann.
“Las economías emergentes tienen vulnerabilidades a las que podrían estar expuestas por el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos o por una desaceleración mayor a la esperada en China, dando lugar a la turbulencia financiera y económica, que también podría ejercer un lastre significativo en las economías avanzadas”, señaló la economista.
La marcada desaceleración de la demanda de importaciones de China tiene efectos secundarios importantes en el crecimiento mundial, en particular en las economías emergentes con estrechos vínculos comerciales con China, así como también para las que dependen de productos básicos.
El impacto de una desaceleración superior a la esperada en la demanda asiática, a través de los vínculos comerciales y de inversión directa será relevante, especialmente para los países más expuestos, como es el caso de Brasil.
Sin embargo, lo anterior no necesariamente va a descarrilar la recuperación mundial, a menos que se combine con una corrección grande y generalizada en los mercados financieros globales, advirtió el organismo.
De acuerdo con las nuevas proyecciones, la OCDE espera que China crezca 6.7% este año y 6.5% en 2016; la India 7.2% y 7.3%, respectivamente, con lo que se constituiría en la economía de mayor crecimiento en los próximos dos años.
En tanto, la perspectiva es más débil para muchas naciones exportadoras de materias primas, como Brasil, cuya economía experimenta una profunda recesión, con caídas estimadas de 2.8% en 2015 y de 0.7% en 2016.
Las proyecciones de la OCDE prevén que Estados Unidos crecerá 2.4% este año y 2.6% en 2016, mientras que la zona del euro se va a expandir a una tasa de 1.6% en 2015 y de 1.9% en 2016.
Las perspectivas de crecimiento difieren ampliamente entre las principales economías de la zona euro.
En opinión de los especialistas de la organización, la Reserva Federal de Estados Unidos pronto tendrá que comenzar a elevar su tasa de política a un ritmo gradual, dado el sólido crecimiento de la economía. El momento de la primera subida de tipos no será tan relevante, dijo, como el ritmo en que se lleve a cabo.