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El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, indicó ayer que la caída de los precios del petróleo no pone en riesgo la reforma energética, aunque se espera que las cotizaciones sigan bajas.
“No vemos posibilidades de un cambio de mercado hacia mejores condiciones, no lo vemos en el corto plazo”, mencionó durante la ceremonia por el 50 aniversario del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP). Del 6 de mayo al 21 de agosto, la mezcla del crudo mexicano ha perdido 34.1% de su valor.
Detalló que la reforma es muy amplia y no sólo implica exploración y extracción de petróleo, pues también hay una apertura total en materia de transformación industrial, almacenamiento y transporte, así como en electricidad.
La reforma en su integralidad le da su fortaleza, sostuvo el encargado de la política energética de México.
Coldwell dejó entrever que para las próximas licitaciones de la Ronda Uno la Secretaría de Hacienda podría flexibilizar los valores que pedirá a las empresas que entren a la subasta de bloques petroleros.
“Al igual que en la primera licitación de la Ronda Uno, los recursos no se malbaratarán y por eso se establecen valores mínimos. Aceptaremos las mejores ofertas que estén por arriba de esos mínimos, pero ajustar los precios mínimos es un tema que está viendo Hacienda”, explicó.
Los precios se fijan en función de las características de cada bloque a licitar, explicó.
“Así lo hicimos en la primera licitación y entiendo que Hacienda está evaluando los precios mínimos de la segunda licitación, pero no es competencia nuestra”, dijo.
El titular de Sener comentó que Pemex está buscando recursos financieros para poner tener mayor liquidez y resolver el retraso de pagos a contratistas y proveedores.
De acuerdo con Erick Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Petrolera (AMIP), Pemex adeuda alrededor de 50 mil millones de pesos a proveedores y contratistas.
“Hay un plan que está elaborando la dirección de Pemex, pero hay que tomar en cuenta que finalmente es una empresa cuyo principal ingreso proviene de la venta de petróleo crudo, y sus ingresos se han reducido a más de la mitad con la caída de los precios”, señaló.
“Tiene que ajustar sus gastos y tiene que impactar a su entorno, esta es una consecuencia muy lamentable, pero son los tiempos que estamos viviendo y tenemos que ajustarnos”, comentó.
En relación con el futuro del IMP, Coldwell señaló que la dirección del instituto va a presentar un planteamiento para convertirse en empresa productiva del Estado.
“Estamos esperando ese planteamiento para evaluarlo”, dijo, pero la idea es que el instituto siga siendo “el brazo tecnológico no sólo de Pemex, sino también de la industria privada de hidrocarburos que se abrió con la reforma energética”.
En tanto, Emilio Lozoya Austin, director de Petróleos Mexicanos, comentó que la historia de Pemex no se puede explicar sin el IMP.
La petrolera, añadió, vive un intenso proceso de transformación, por lo cual necesita refrendar su compromiso y su alianza con el instituto, para trabajar en beneficio de ambas instituciones y del país.
El IMP, subrayó Lozoya Austin, “ha sido y seguirá siendo no sólo el brazo tecnológico de Pemex, sino uno de sus principales socios”.
