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Durante el segundo trimestre del año se estima que la economía tuvo un débil desempeño, con un crecimiento anual del PIB de apenas 2.1%, inferior al 2.5% reportado en el primer trimestre del año. La desaceleración de las exportaciones y la caída de la producción petrolera son algunos factores.
De confirmarse lo anterior, analistas del sector privado prevén que la economía continuará marcando un bajo perfil en lo que resta del año.
Los hechos que más contribuyeron a frenar el crecimiento económico en el segundo trimestre del año fue la desaceleración de las actividades industriales; la caída de la producción petrolera siguió cayendo; la recuperación de la construcción se estancó y las actividades manufactureras se desaceleraron, comentó Adrián Muñiz, analista económico de Vector.
Las exportaciones no han repuntado, el comercio exterior ha mantenido un paso lento y no ha reaccionado como esperaba el mercado, debido a que el desempeño de la economía estadounidense no fue positivo, sobre todo en el primer trimestre del año, agregó el especialista.
A pesar de que se registra cierta recuperación en el gasto de construcción residencial, habrá una menor inversión debido a un contexto desfavorable de la Ronda Uno de la reforma energética y por las reducciones en gasto público de infraestructura, opinó Isaac Velasco, analista económico del banco Ve por Más. Eso afectó el crecimiento económico del país en el segundo trimestre.
Ahora bien, si el incremento del PIB en el segundo trimestre fuera de 2.1% como estima el consenso, la economía habría crecido 2.3% en el primer semestre del año. De ser así, para alcanzar una tasa de 2.5% en todo el año, como esperan los analistas del sector privado, el PIB debería aumentar 2.7% entre julio y diciembre, lo cual se antoja difícil de alcanzar.
La semana pasada, el Banco de México ajustó el rango de sus proyecciones de crecimiento económico del país, de entre 2% y 3%, a un margen de 1.7% y 2.5%, es decir, de 2.1% como media, por lo que en el segundo semestre del año el dinamismo económico podría estar en menos de 2%.
Algunos elementos de la economía se vienen desacelerando, pero tendría que haber un choque adicional al que vivimos para ver un dato menor al 2%, externó Adrián Muñiz.
Lo anterior no significa que el segundo semestre va a ser más dinámico, dijo. Habrá algunos factores que se van a recuperar, como el comercio exterior, pero también habrá otros que se van a desacelerar, como el consumo privado, con lo que la tónica en la segunda mitad del año será similar a la del primer semestre.
Para Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays México, en el segundo trimestre el PIB podría reportar un incremento anual de 2.5%, superior al 2.1% esperado, debido a que el sector servicios, dijo, se está comportando mejor que lo esperado.
Pese a lo anterior, el especialista espera en la segunda mitad una desaceleración de este crecimiento, una estabilización en alrededor de 2.4%, para cerrar todo el año en 2.6%.
Entre los factores que podrían estimular la economía en el segundo semestre, Oviedo destaca que la estabilización de la producción de petróleo, que por fin deje de decaer; otro es que finalmente se vea un sector de la construcción un poco más vigoroso. A la baja, es probable que haya menores exportaciones manufactureras debido a que el entorno global se está complicando.
