La fase más reciente de colapso de las monedas de América latina podría detenerse ahora que llegaron a niveles psicológicos como los 3.50 reales por dólar en el caso de Brasil, aunque seguirán muy sensibles a cualquier señal que confirme las expectativas del inicio del ajuste monetario estadounidense en septiembre.
En México no se descartan nuevos episodios de presión para el peso, dependiendo de los indicadores económicos de Estados Unidos, con la atención puesta a nuevas señales sobre el momento en que la Reserva Federal aumentará sus tasas de interés. Se prevé un rango de 16.02 a 16.50 por dólar.
Este año el gobierno hizo poco para evitar la caída de la moneda, pero a fines de julio finalmente reforzó su defensa del castigado peso con medidas para ofrecer más dólares al mercado.
El subgobernador del banco central, Manuel Sánchez, dijo que la depreciación es un riesgo importante para la inflación.
En Brasil, "el mercado está sin referencia. Operar con (los datos de) la economía es fácil, es hacer cuentas. (Pero) no hay una fórmula para operar con la política" , dijo un financista de una administradora internacional de fondos. "Como el mercado está en pánico, cualquier chispa causa un incendio" , afirmó.
Los operadores evaluaban probabilidades bajas, pero no despreciables, de que la presidenta Dilma Rousseff pueda ser impugnada. Ante un escándalo de corrupción que afecta al partido de gobierno, dos tercios de los encuestados en un sondeo dijeron que se debería abrir un juicio político a la mandataria.
En Chile, Ricardo Bustamente, de ForexChile, sostuvo: "en caso de mantenerse sobre los 680 (pesos por dólar, la cotización cambiaria) podría ir en busca de los 700 pesos en el corto plazo" . Más allá de los factores internacionales, mencionó que la economía chilena mantiene su falta de dinamismo y problemas de confianza empresarial.
En Perú, el sol caería por el vencimiento de swaps cambiarios, que impulsaría a los bancos a recuperar sus posiciones en dólares. El sol se negociaría entre las 3.20/3.212 unidades por dólar. El viernes, la unidad cerró a 3. 202/3.203 por billete estadounidense.
En Argentina, el peso se dirigirá a 9.25 unidades por dólar. El Banco Central salió a vender dólares en las últimas sesiones para abastecer una demanda persistentemente elevada. El peso en la plaza marginal seguiría en torno a 15 por dólar tras las elecciones primarias del domingo.
tcm