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La incertidumbre en los mercados financieros por Grecia se prolongará luego del resultado del referéndum, pues llevará a más negociaciones que inyectarán volatilidad en la cotización del dólar y las bolsas de valores, alertaron analistas.
Después del referéndum griego del domingo, el precio del billete verde al menudeo subía ayer por la mañana nueve centavos, a un máximo histórico de 16.14 pesos, sin embargo, terminó cinco centavos por debajo de la jornada previa, a 16 unidades, evidenciando así la elevada volatilidad en los mercados.
“Lo que genera Grecia es un sentimiento de aversión al riesgo entre los inversionistas ante la posibilidad de que abandone la eurozona, lo que motiva la búsqueda de activos más seguros, especialmente en dólares o, en el caso de Europa, instrumentos de origen alemán. Esto automáticamente se traduce en pérdidas para la mayoría de las economías emergentes, como México”, expuso el analista de CI Banco, James Salazar.
Estimó que la prolongación de las negociaciones generará episodios continuos de volatilidad en los mercados bursátiles y cambiarios durante las próximas semanas.
Para Gabriel Casillas, director de Análisis Económico y Bursátil de Banorte, los mercados podrían estar entrando a terreno desconocido, con algunos ya considerando la salida de Grecia de la Unión Monetaria como su escenario base, aunque aún es altamente incierto, inclusive los próximos pasos a seguir.
“Esperamos que la demanda por activos seguros permanezca en niveles elevados”, estimó.
Las pláticas de Grecia con sus acreedores continuarán generando una tensa calma en el mercado financiero, opinó Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de banco Base.
Si Grecia termina saliendo del euro, los mercados entrarán en un periodo de inestabilidad financiera que llevará al precio del dólar al mayoreo por arriba de 16 pesos para permanecer en niveles altos por más tiempo, incluso hasta 2016, pronosticó.
Un escenario menos probable, pero que de cumplirse afectaría a la economía real de México, sería cualquier intervención que Estados Unidos pudiera realizar para impedir que Grecia abandone el euro, ante la posibilidad de que el país heleno estreche sus lazos con Rusia, consideró Siller.
Negociaciones. Grecia debe llegar a un acuerdo con sus acreedores antes del 20 de julio, cuando el país debe pagar 3 mil 500 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE).
En tanto no se reanuden negociaciones para lograr al menos un acuerdo que brinde tiempo para reestructurar un programa de ayuda financiera, si los bancos griegos abren probablemente continuarán los controles de capital e incluso podrían asignar impuestos sobre los depósitos, opinó Jean Louis, experto del departamento de riesgo país de Coface.
Advirtió que sin un acuerdo antes del 20 de junio, y ante los incumplimientos del gobierno griego, el BCE seguramente dejará de prestar a los bancos griegos, por lo que en un contexto de fuerte contracción de liquidez, Atenas no tendría más remedio que imprimir su nueva divisa para pagos nacionales, saliendo así de la eurozona.
