El panorama para la economía mexicana se complica ante la contracción de la industria, la cual no se ha beneficiado de la depreciación cambiaria, como esperaban analistas.

La actividad económica nacional creció apenas 0.1% en mayo con respecto a abril, cuando avanzó 0.6%, lo que significó su segundo menor registro en el año, al ser apenas mejor que la contracción de 0.5% de marzo, con base en cifras ajustadas por estacionalidad y descontada la inflación.

La industria, que contribuye con el 32% de la economía, fue la responsable del lento desempeño, al caer 0.4% mensual, su descenso más severo en más de dos años, desde abril de 2013, y además fue su segundo consecutivo, de acuerdo con el Inegi.

Esta vez la minería, que contiene la producción petrolera, no fue la que ocasionó el desplome de la industria, pues creció 0.7% tras retroceder los dos meses previos. Las responsables fueron las actividades de construcción y manufactureras, que en conjunto representan 80% de la industria y 26% de la economía mexicana.

La construcción decreció 1.5% en mayo, su peor caída de tres meses, mientras que las actividades manufactureras sufrieron un descenso de 0.9%, el más pronunciado del año.

Las manufacturas mexicanas tienen como principal destino el extranjero. Un ejemplo es la fabricación de equipo de transporte, que produce 20% del valor total de las manufacturas y que exporta 81% de sus vehículos.

Así, la depreciación cambiaria incentiva la competitividad de las exportaciones, al abaratarse para los clientes del extranjero; además, beneficia a las empresas locales, al producir en pesos y vender en dólares.

Sin embargo, el Inegi informó recientemente que las exportaciones mexicanas cayeron 8.8% anual en mayo, su descenso más severo desde octubre de 2009. Las ventas al extranjero de productos manufacturados, que significan el 88% del total, reportaron una contracción de 5.2%, la peor también de casi seis años.

Para Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector, la depreciación del peso no ha tenido el efecto positivo esperado en las exportaciones, porque la mayoría de las monedas en el mundo también han cedido terreno frente al dólar.

“Al parecer, la depreciación cambiaria relativa a otros socios comerciales de Estados Unidos hace que no seamos los más competitivos”, dijo.

Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte, coincidió en que la depreciación tuvo un impacto minúsculo en las exportaciones de la primera mitad del año, pero estimó mayor efecto en este tercer trimestre.

Cervantes además anticipó nuevos recortes en los pronósticos de crecimiento para 2016.

Los ajustes se pueden dar por el menor optimismo de los agentes económicos sobre el potencial de la reforma energética, así como por el desempeño más moderado que tendrá nuestro principal socio comercial, EU, el próximo año, argumentó.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses