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En 2015 se espera que las remesas vuelvan a crecer, tal y como lo hicieron el año pasado, evidenciando una tendencia de recuperación. De esta manera, es previsible que en este año, otra vez vuelvan a desplazar a la Inversión Extranjera Directa (IED) como principal fuente de divisas en el país.
En las dos últimas décadas se pueden observar tres periodos con relación al envío de remesas de los connacionales que viven en el extranjero.
Así, durante los noventa con la firma del Tratado de Libre Comercio éstas se incrementaron; sin embargo, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y con un endurecimiento de las políticas de inmigración, este crecimiento se desaceleró, hasta que en 2006, las remesas alcanzaran un máximo de 26 mil 567 millones de dólares, representando 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB).
Después, como consecuencia de la crisis financiera del vecino país del norte, que afectó principalmente el sector de la construcción donde mayormente se emplean los trabajadores mexicanos, comenzó una disminución que hizo caer las remesas a niveles de 21 mil 000 millones de dólares en 2009 y 2010.
El flujo de divisas por remesas comenzó a crecer en 2014 —incluso por arriba de la IED y de las exportaciones de petróleo crudo—, convirtiéndose en la principal fuente de divisas del país. Se espera que en este año dicha recepción crezca en 6%. Es cierto que en el primer trimestre la economía de Estados Unidos experimentó un freno en su repunte; empero las señales positivas que ha mostrado recientemente presagian mejores perspectivas en lo que resta del año y esto apuntala el aumento de remesas esperado.
México se ubica en el quinto lugar mundial en recepción de remesas —4.2 % del total—, muy en línea con Filipinas y Francia, tercer y cuarto lugar, respectivamente. India y China siguen manteniendo el liderazgo como los receptores más importantes de remesas con el primer y segundo lugar mundial, 12.2% y 11%, respectivamente.
En los últimos años ha habido un cambio en la dinámica migratoria. Así que estados como Zacatecas y Durango que pertenecen a la región tradicional migratoria han cedido paso a estados como Michoacán y otros en el sur, como Guerrero y Oaxaca. Éstas representan las entidades con mayor dependencia que tienen de remesas, las cuales representan 7.1, 6.8 y 5.6% de su PIB, respectivamente.
Los flujos migratorios hacia la frontera norte de México han ido aumentado, ya que en los años de la crisis, llegaron a representar un promedio anual de 200 mil personas. Sin embargo, destaca que en los últimos años ha aumentado la deportación de migrantes que llevaban más tiempo residiendo en los Estados Unidos.
De acuerdo con el Anuario de Migración y Remesas 2015, realizado por BBVA Bancomer y Conapo, la mayoría de los hogares receptores de remesas se caracterizan por pertenecer, en primer lugar, a localidades de tipo rural con un alto grado de marginación, además de que el nivel promedio de escolaridad de los jefes y jefas de familia es de primaria.
Ese mismo estudio puntualiza que el principal uso que las familias dan a las remesas es para saldar deudas, comer y pagar renta; sólo 6% del total se usa para emprender una actividad productiva, un micronegocio. Los abarrotes y alimentos son los principales giros de estos negocios, si bien en menor proporción, hay algunos de índole industrial.
Las transferencias electrónicas son la principal forma de envío —97%— y por efectivo y giro postal, representan 1.8 y 1.2%, respectivamente. Asimismo, de acuerdo con el anuario, un millón 410 mil 800 hogares en México, 4.5% del total, reciben remesas. De estos receptores, 41.2% son del medio rural.
Es indudable que la migración puede contribuir al desarrollo de las economías de destino, además de ayudar a mitigar la pobreza y estimular el crecimiento de las naciones de origen, como así lo ha manifestado Conapo. Es indispensable, por lo tanto, el mejor uso de éstas y México tiene una ventana de oportunidad en este sentido.
*Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac, México Norte