La recuperación en el negocio de aparatos móviles de Samsung Electronics sufrió el jueves un revés, luego de que reportes de unas baterías que explotaron obligaron a la firma a retrasar la distribución de los teléfonos Galaxy Note 7 y restaron 7 mil millones de dólares a su valor de mercado.

Los inversores llevaron las acciones de la compañía a mínimos en dos semanas después de que Samsung dijo a Reuters el miércoles que los envíos fueron retrasados por pruebas en el control de calidad, y que detuvo los envíos para los tres principales operadora de telefonía de Corea del Sur.

Los fallos con el nuevo dispositivo de alta gama podrían asestar un duro golpe al gigante surcoreano, que contaba con el Galaxy Note 7 para mantener su fuerte ritmo de ganancias frente a los nuevos iPhones de Apple, que serían presentados la próxima semana.

"Esto le agua la fiesta a Samsung, especialmente dada la expectativa duramente ganada que han generado productos como el Note 7", dijo el analista de IDC Bryan Ma.

"Los lanzamientos pendientes de Apple ponen más presión para que lo solucionen pronto. El momento no podía haber sido peor", añadió.

Samsung no comentó sobre qué problema está tratando de solucionar o si otros mercados estaban afectados además de Corea del Sur.

Su empresa hermana Samsung SDI dijo que aunque suministra baterías a los Galaxy Note 7, no ha recibido información que sugiera que hay fallos en ellas.

Varias personas publicaron en internet imágenes y videos de teléfonos Galaxy Note 7 carbonizados diciendo que sus dispositivos se habían incendiado.

tcm

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