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Los flujos de remesas familiares hacia México registraron en julio el incremento más veloz en lo que va del año, propiciados por la significativa depreciación del peso en dicho mes.
Al país ingresaron 2 mil 232 millones de dólares en julio por concepto de remesas, el mayor flujo desde 2007 para un mismo mes. Esto implicó un repunte de 11.7% con relación a igual lapso de 2014 y fue el más pronunciado desde diciembre del año pasado, cuando crecieron 20.8%, de acuerdo con cifras del Banco de México.
Así, entre enero y julio de este año, el valor de los envíos sumó 14 mil 308 millones y fue el mayor flujo reportado desde 2008 para un periodo similar. Además representó un crecimiento de 5% con respecto al mismo lapso de 2014, el más acelerado desde 2006 para igual periodo.
El dinamismo de los envíos obedece a la significativa depreciación que sufrió el peso en el séptimo mes del año. De acuerdo con datos de Banxico, el precio del dólar en México repuntó 2.8% en julio, lo que significó el mayor encarecimiento desde diciembre de 2014.
En el largo plazo, la depreciación de la divisa no tiene una incidencia positiva sobre el envío de remesas, pero en el corto plazo, una fuerte depreciación del peso sí puede tener un impacto sobre el flujo enviado, simplemente porque el poder adquisitivo de la remesa es más alto en México que en Estados Unidos, expuso Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte.
tcm
