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Grecia entró hoy en la primera prórroga del corralito impuesto hace ahora nueve días, aunque con el agua todavía más al cuello tras la decisión de del Banco Central Europeo (BCE) de mantener el límite de créditos a los bancos y además elevar las garantías que pide a cambio de ellos.
Tanto la bolsa de Atenas como los bancos continúan cerrados y las colas ante los cajeros automáticos, donde está permitida la retirada máxima de 60 euros por día, se mantenían hoy en el mismo nivel de los pasados días.
La imagen mas común eran colas de entre cinco y diez personas, con algunos picos a ciertas horas y durante el fin de semana.
Según el decreto ley publicado a medianoche en sustitución del que entró en vigor el lunes de la semana pasada, las restricciones serán las mismas en los próximos dos días.
Esto significa que, además de las limitaciones a la retirada de efectivo, se mantiene la prohibición de todas las transacciones de dinero al extranjero con excepción de los pagos para las importaciones de productos de primera necesidad.
Ilimitadas, en cambio, continuarán las transacciones electrónicas en el interior del país, así como la retirada en cajeros con tarjetas de bancos en el extranjero.
Entre hoy y mañana los pensionistas que solo tienen cartilla y hayan retirado la totalidad de 120 euros que se les permitió la semana pasada, no podrán retirar más dinero de alguna de las 1.250 sucursales abiertas en todo el país con el cometido exclusivo de gestionar estos desembolsos.
Los que no hayan retirado todavía los 120 euros, en cambio, podrán acudir a estas oficinas bancarias.
Para todos aquellos que tengan una tarjeta de pago rige el máximo de 60 euros de retirada permitido para toda la población.
Este goteo de retiradas deja mella en el sistema bancario, que debería estar quedándose sin efectivo si se tiene en cuenta que entraron en el fin de semana con tan solo 1 mil millones de euros disponibles para los depositantes, según reconoció la Unión Griega de Bancos el viernes.
La situación puede hacerse más difícil desde que el BCE decidiera ayer mantener el techo de los créditos que pueden pedir los bancos en 89.000 millones de euros, pero con el agravante de que les pide más garantías, lo que podría llevar a las entidades financieras a pedir menos préstamos y asfixiar aun mas su liquidez.
El Gobierno confía en que si la cumbre de hoy en Bruselas envía algún mensaje positivo que apunte a la reapertura de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores, el BCE podría volver a abrir el grifo de las inyecciones de liquidez, lo que evitaría el colapso definitivo de la banca.
El consejo de gobierno del BCE vuelve a deliberar este miércoles y, por ese motivo, el corralito tan solo se ha extendido hasta la medianoche de mañana.
Según señalan los medios, de los 5.450 cajeros automáticos que hay en todo el país, en torno al 20 % están fuera de servicio, al menos temporalmente, si bien está situación varía porque todavía hay reposiciones de efectivo.