A pesar de que algunas tiendas de conveniencia, minisúpers y otros establecimientos no estaban aplicando el IVA en alimentos procesados, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) no tiene planeado ejercer ningún tipo de auditoría contra nadie.

El SAT espera recaudar por el pago que tienen que hacer los consumidores de 16% del IVA en ese tipo de alimentos entre 220 y 250 millones de pesos al año. Es decir, por el gravamen a sándwiches, tortas, molletes, tacos, tamales, burritos, hot dogs, nachos, hot cakes, alitas, chapatas, cuernitos, pizzas y pepitos, entre otros.

El administrador general de Grandes Contribuyentes del SAT, Óscar Molina Chie, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL que por el momento no hay en puerta ninguna revisión de esos establecimientos, que desde ayer deben sujetarse a lo que ya marcaba la Ley del IVA desde hace 15 años.

No obstante, advirtió que los contribuyentes deben tomar en cuenta que no cobrar el IVA en esos productos es una práctica fiscal indebida.

Además, el funcionario del SAT anunció que irán actualizando la lista de los alimentos, que dio a conocer este medio en días pasados, en la medida en que se vayan creando nuevos productos de la llamada comida rápida o “tentempiés” que se venden al público y que no se consumen en el mismo establecimiento.

Mencionó el caso de los wraps, que hasta hace poco se popularizaron y que, como se sabe, son parte de la comida llamada “tex-mex” y que los minisúpers empezaron a incluir en sus estantes, así como las tiendas de autoservicio en sus áreas de fast food.

Se trata de una variante del taco o burrito que lleva rellenos típicos de sándwich envueltos en una tortilla o pan plano blando.

El jefe del SAT, Aristóteles Núñez, había comentado anteriormente en entrevistas radiofónicas que las empresas integrantes de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) fueron las que le señalaron que Oxxo no cobraba el IVA, lo que representaba una competencia desleal y que por esa razón emitieron la regla para que comenzara a hacerlo a partir de ayer.

Para el fiscalista de PwC Pedro Carreón, una de las razones por las cuales la autoridad no ejerció sus facultades es porque resulta más costoso. Es mejor llegar a un arreglo con el contribuyente para que éste se autocorrija.

En el caso de Oxxo, consideró muy difícil fiscalizarla porque tiene un gran número de tiendas en todo el país.

“Se opta por una autocorrección con el contribuyente porque es menos desgastante y más efectivo. No se van a juicio y no se destinan recursos para ello”, apuntó.

Pedro Carreón aseguró que al parecer es preferible llegar a una negociación y se termina la controversia.

Refirió que ese tipo de alimentos que se venden en los minisúpers y áreas de comida rápida deben tener un empaque especial para que puedan durar más tiempo.

La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) consideró que el IVA a la comida rápida genera una competencia más leal e igual.

Eduardo Hernández, socio de la Canirac y director de restaurantes como La Stuffa, consideró que al aplicarse correctamente el gravamen a la fast food “nos otorga un lugar más igualitario a todos”.

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