La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), logró una serie de acuerdos para la regularización y ordenamiento territorial de varios ejidos en Oaxaca y Sinaloa.
En Valle Nacional, Oaxaca, se resolvió un conflicto por un predio de más de 180 hectáreas entre las comunidades de San Lucas Arroyo Palomo y Arroyo de Banco. Gracias a la intervención del Registro Agrario Nacional y de la Procuraduría Agraria, se puso fin a una disputa de más de 40 años por problemas de colindancias.
Las autoridades agrarias determinaron otorgar a los más de 400 ejidatarios, los certificados parcelarios que les corresponden, además de hacerles entrega de un Plano Definitivo el cual fue considerado como un “acuerdo histórico” debido a que el problema estuvo a punto de salirse de control.
Mientras tanto en Ahome, Sinaloa, el conflicto agrario de más de 47 años se solventó con la entrega de 306 certificados parcelarios a ejidatarios del núcleo General Antonio Norzagaray Angulo.
En ambos casos, la Sedatu detalló que los núcleos ejidales se incorporaron al Fondo de Apoyo para Núcleos Agrarios sin Regularizar (Fanar), para así obtener la certificación de sus tierras.
En la entrega de los documentos agrarios y Listas de Sucesión se contó con la presencia de delegados estatales, quienes pusieron de manifiesto el objetivo fundamental de la Sedatu en materia agraria: que los campesinos cuenten con el documento agrario que les garantice la certeza jurídica sobre su tierra y estén en posibilidad de acceder a diversos programas federales de apoyo.
Dichas acciones otorgan a los campesinos una mayor tranquilidad, ya que desde ahora cuentan con un “testamento agrario” donde el titular de derechos puede designar a los beneficiarios.