Carlos Samayoa

Día Mundial sin Automóvil: ¡queremos trolebici ya!

Esta obra se convertiría en la columna vertebral de la infraestructura ciclista en la CDMX, ya que se podría cruzar la ciudad de norte a sur, y conectaría con otras ciclopistas ya existentes

Día Mundial sin Automóvil: ¡queremos trolebici ya!
24/09/2018 |00:55
Redacción El Universal
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Cada vez más fundamentos científicos sustentan el vínculo entre la mala calidad del aire, la congestión vial, y las miles de enfermedades respiratorias y muertes derivadas de ello. Hay más datos para sumar a esta ecuación: 16 mil decesos por accidentes viales al año, y los tardados desplazamientos urbanos.

¿Cuál es el mensaje? Urge transformar la forma en que funcionan nuestras ciudades y la movilidad es elemental.

En mayo de este 2018 se emitió un decreto presidencial para conmemorar oficialmente en México el Día Mundial sin Automóvil , una efeméride que algunas ciudades europeas conmemoran desde 1997. El objetivo es “colocar la movilidad urbana sustentable dentro de la agenda pública del país y promover que las políticas públicas mejoren el transporte público”.

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Sin embargo, este objetivo requiere que las personas que gobiernan entiendan la urgencia de priorizar el fortalecimiento del transporte público y el no motorizado como ejes para garantizar una movilidad más eficiente, sustentable, y digna para la mayoría de las personas.

Por ello, Greenpeace se manifestó pacíficamente el pasado viernes 21 de septiembre afuera de las oficinas de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (SEMOVI). Exigió a su titular Carlos Augusto Meneses Flores que concluya las gestiones administrativas para construir el proyecto del Trolebici antes de que termine su gestión.

A pregunta expresa “Carlos Meneses, ¿te vas sin sacar la chamba?”, y en medio de una decena de ciclistas , Greenpeace preguntó por qué no ha concluido los procesos a su cargo para echar a andar el proyecto del Trolebici, y para el cual desde 2015, la entonces Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, asignó un presupuesto de 150 millones de pesos etiquetados en el fideicomiso Fondo Público de Atención al Ciclista y al Peatón .

Luego de casi una hora de movilización, el Subsecretario de Desarrollo de Movilidad, Pedro Esteban Monzon López, aceptó recibirnos. Luego de explicarle reiteradamente nuestro derecho al acceso a la información, el funcionario se comprometió por escrito y en video a concluir, en un plazo máximo de una semana a partir de ese día, todo el trámite administrativo que le corresponde a la Semovi para que el proyecto pueda pasar a la Secretaría de Obras y Servicios, y empiece a construirse.

Greenpeace es enfático en decir que la movilidad es ahora un derecho consagrado en la Constitución de la Ciudad de México. Las autoridades tienen el mandato de priorizar el desarrollo y la consolidación del transporte público, así como de crear infraestructura conectada y segura para peatones y ciclistas.

El proyecto del Trolebici consiste en la ampliación de los carriles del trolebús en el Eje Central Lázaro Cárdenas , en la Ciudad de México para que las y los ciclistas puedan usar esta vía de forma segura. Esta obra se convertiría en la columna vertebral de la infraestructura ciclista en la Ciudad de México, ya que se podría cruzar la ciudad de norte a sur, y conectaría con otras ciclopistas ya existentes.

En México vivimos una desigualdad en el acceso al espacio público. Por ello, construir un carril especial para el transporte público o ciclistas es un símbolo de democracia . Se trata de garantizar las mismas condiciones de seguridad y accesibilidad a todas las personas.

No es posible que un promedio de 70 por ciento de los recursos públicos para movilidad se inviertan en infraestructura para automóviles que son usados por menos del 30 por ciento de la población que se traslada diario.

La resistencia de los gobiernos a cambiar es evidente. Los políticos prefieren construir obras faraónicas para tomarse la foto y aumentar su popularidad, aplazando otras obras que serían el inicio para cambiar la lógica de cómo funcionan las ciudades.

La imagen del político trasladándose en una fastuosa Suburban negra se ha convertido en un símbolo aspiracional que debe desaparecer. Necesitamos servidores públicos cercanos a las necesidades de la gente, que representen nuestra voluntad de manera efectiva y que entiendan que la democratización de la calle es un paso urgente para lograr entornos más sustentables y equitativos.

Campañista de movilidad en Greenpeace México