Carlos F. Matute González

Margarita marchitada o Margarita se marchita

01/12/2017 |02:09
Redacción El Universal
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“El regreso del dedazo en su máximo esplendor. El ritual del tapado nos retrasa 25 años en el tiempo. En pleno siglo 21 eso es una vergüenza", expresó la ex panista en sus redes sociales (El Universal, 27-11-2017) después de la renuncia de Meade Kuribreña a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. ¡Ay, Margarita! Después de muchos años de militancia, tiene apenas dos meses de activista política, y ahora le sorprenden las formas de los partidos para nombrar a sus candidatos. Hay que recordarle que la designación de Josefina Vázquez a la candidatura de la gubernatura del Estado de México fue de unidad, es decir, cupular y Margarita Zavala estaba ahí arropándola y levantándole el brazo.

Todos los partidos políticos tienen su “ADN”, sus procedimientos y ritos. Eso es lo que les genera apoyo o rechazo de los electores, quienes son los que valoran, en última instancia, cuál es la más correcta o conveniente y lo expresan en las urnas. El tweet de Margarita va dirigido a atraer a los anti-priístas y hay que distinguir entre estos y los no priístas, quienes en determinadas condiciones votarían por Meade. Este mensaje resta, no suma, que es lo que hoy requieren sus aspiraciones.

Esa es la democracia. Las candidaturas de unidad son ganadoras o perdedoras dependiendo las circunstancias. Los procesos de selección por votación entre militantes, simpatizantes o ciudadanía en general son recomendables cuando estos generan mayor legitimidad a una candidatura y atraen más votos. Nada es más moderno o arcaico en si mismo, nada es vergonzoso o presumible apriorísticamente. En política, el cálculo, la estrategia y la conveniencia rigen los procesos.

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Entonces, en la renovación de los poderes representativos lo importante es posicionar a un candidato frente al electorado en las mejores condiciones para la competencia y no restar fuerza o preferencias en infiernillos o en pleitos internos. Por ejemplo, la aparente división en el PAN, la salida de Margarita Zavala con una militancia de más de treinta años y el amago de Moreno Valle de no continuar apoyando la coalición electoral con el PRD y MC si no hay un procedimiento abierto de selección del candidato presidencial, es una lenta y constante erosión de las posibilidades de obtener el triunfo en el 2018 para todos los involucrados.

En el mismo sentido, la posición de Mancera, en la que reclama la paternidad del Frente Ciudadano y se duele que por arreglos cupulares otros sean los usufructuarios de las candidaturas, puede provocar una pulverización del electorado en favor de las dos candidaturas de unidad del PRI y MORENA, que ya están preparadas para la etapa siguiente: la designación de los candidatos a más de tres mil puestos de elección popular, que servirán para hacer alianzas con grupos y personas para aumentar su fuerza si aciertan o disminuirla si se equivocan.

Margarita Zavala y los demás aspirantes a una candidatura independiente pierden con este destape, ya que un servidor público de carrera en los gobiernos del PAN y del PRI sin militancia es el candidato virtual de un partido político. La nomenclatura priísta -Salinas dixit- aceptó a un externo por conveniencia, un ciudadano en los términos de la corrección política actual. Además, fue un colaborador y es amigo del expresidente Calderón y de su grupo de cercanos. Entonces, ¿Qué gana Margarita con descalificar a Meade? Sólo ella lo sabe. ¿El tweet fue un estertor de su agonizante subconsciente panista adolescente? Realmente, es un misterio.

¿Con quién harán alianzas políticas los senadores “rebeldes” zavalistas si Margarita no obtiene las firmas que se necesitan para estar en la boleta? ¿Con Anaya o con AMLO? Si logra los apoyos, todavía le falta recabar más de 600 mil- es previsible que sus simpatizantes apoyen a una candidatura con mayores posibilidades de triunfo y su votación sea de un dígito -casi una candidatura testimonial. Sin estructura partidista, su proyecto personal no tiene más políticos en torno a su figura colaborando con ella por el incentivo de ganar más puestos de elección popular. Al igual que los otros aspirantes independientes está aislada.

El tweet fue una pregunta directa a los calderonistas: ¿Zavala o Meade? En los próximos días se verán sorpresas que serán calificadas de traiciones, pero esto no debe extrañar ya que en política no basta entusiasmo, buena voluntad y amor por México, la estrategia también es importante. La falta de cálculo ha sido el estigma de la aventura de Margarita ¿marchitada o se marchita?

Profesor de Posgrado de la Universidad Panamericana
cmatutegonzalez@yahoo.com.mx
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