Rescatar a México para mejorar las condiciones de vida de la gente, implica el combate frontal a la corrupción y la impunidad, la inseguridad y la pobreza; a la vez que asegurar un cambio de régimen que fortalezca la democracia, la economía y la inclusión social. Son los grandes retos que se ha trazado el Frente Ciudadano por México.
Este Frente se consolida y es alternativa viable para 2018, ante la falsa disyuntiva entre un continuismo que ya demostró su inmensa capacidad de dañar al país y llevarlo por un camino equivocado, o un voluntarismo populista que polariza, divide y genera incertidumbre. Cimentado en la voluntad de cambio de los partidos políticos que lo integran, y en una oferta de empoderamiento para ciudadanos que aman a su país y observan la forma en que el Frente resuelve dilemas y obstáculos —naturales en la construcción de acuerdos—; los amagos, deserciones de los impacientes por verse en las boletas; acercamientos que condicionan acuerdos por encima de las propuestas; un natural escepticismo, y reiterados embates de fuerzas externas para debilitarlo.
Primero decían que no era posible que nos pusiéramos de acuerdo tres partidos políticos; que fuésemos capaces de poner como prioridad las necesidades del país en una Plataforma y un programa de gobierno común.
Con una hoja de ruta clara, el Frente se abrió a la sociedad para escuchar sus propuestas y construir una agenda mínima de cambio, una plataforma que dé respuesta al agotamiento institucional que vive nuestro país. Ya tocamos base en el INE y presentamos la Plataforma de la Coalición. El Frente va.
Los partidos que integramos al Frente Ciudadano por México gobernamos a más de 50 millones de mexicanos, encabezan los gobiernos estatales en 16 entidades y 16 capitales, entre ellas la Ciudad de México y Guadalajara.
El Frente tiene impulso sustentado en la voluntad de cambio. Viene precedido de alianzas triunfadoras en 2016 y 2017 que lograron alternancias históricas. No es cierto que el hartazgo social, que la irritación ciudadana, sea patrimonio de alguien. Los ciudadanos no darán un salto al vacío en 2018. No lo han hecho. Han votado por proyectos viables.
Ante la descalificación oponemos las propuestas: el cambio ya inició, México no resiste tanta rapacidad e impunidad, tanta violencia e injusticia. Ante el presidencialismo, que se reproduce en estados y municipios, gobiernos de coalición; ante la concentración de la riqueza y extendida desigualdad, un Estado responsable que cuide el crecimiento económico y la redistribución del bienestar, renta universal; ante el freno económico, el desarrollo, el crecimiento con inclusión social y sostenibilidad que mantenga a México como un país competitivo en el mundo.
En política nada está escrito, los riesgos para el Frente persisten en la definición de la candidatura presidencial, sobre todo por los embates de un gobierno federal incapaz de responderle a la gente, pero experto en la cooptación y el engaño.
Es tiempo de definiciones. Quienes pretendan la tarea de gobernar, dirigir o militar en alguno de los partidos del Frente, deben decidir de qué lado de la historia estarán: de la transformación responsable y generosa de nuestro país, o en pro de un régimen caduco que daña y ya no sirve a los mexicanos.
Sólo quienes aman verdaderamente a México, serán capaces de poner sus intereses personales de lado para poner su esfuerzo, su experiencia y voluntad del lado de la gente en la construcción de una esperanza viable.
Secretaria general del PRD. @Beatriz_Mojica