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Este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que las Zonas Económicas Especiales (ZEE), uno de los proyectos de desarrollo más ambiciosos de la pasada administración, serían canceladas definitivamente. La decisión se toma a pesar de existir promesas de inversión por al menos 2,700 millones de dólares en el corto plazo. Sin embargo, el mandatario considera que no ha traído beneficios a las 7 regiones que contemplan: Dos Bocas en Tabasco, Champotón en Campeche, Progreso en Yucatán, Puerto Lázaro Cárdenas en Guerrero y Michoacán, Puerto Chiapas en Chiapas, Salina Cruz en Oaxaca y en Coatzacoalcos, Veracruz.
Además de las inversiones a corto plazo, se tenía una prospectiva para los próximos 20 años de 45,000 millones de dólares en inversiones, de las cuales ya se cuenta con cartas de intención hasta por 8,600 mdd. En realidad, esta iniciativa que arrancó en junio del 2016 no había sido tomada en cuenta por la nueva administración, ya que, si bien se reemplazó al titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de estas, donde no existe registro de actividad pública por parte del mismo.
De inicio, es difícil conocer el impacto de la cancelación de las ZEE, ya que cada una de ellas cuenta con distintos avances, por lo que es complicado calcular el costo de oportunidad perdido con las inversiones que no se concretarán en las mismas.
Al tiempo, la Vocería del Gobierno de la República enfatizó que al cerrar las ZEE, se priorizarán proyectos de desarrollo en la región sureste del país, como son el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el Corredor Transístmico. En realidad, un proyecto no tendría porqué estar peleado con otro, pero existe una constante intención de modificar todas las políticas públicas previas al 1 de diciembre pasado, donde la idea de asimilar proyectos y mejorarlos, no entra en los planes de la actual administración.
Ahora, habrá que esperar a ver las medidas que tome cada gobierno estatal, ya que suena el rumor de que en la próxima Conferencia Nacional de Gobernadores, se presentará un proyecto para sustituir y mejorar las ahora canceladas ZEE, ya que algunos estados sí han encontrado benéficas estas medidas. Para muestra Michoacán, donde la llegada de Arcelor Mittal y una inversión al día de hoy de 300 millones de dólares, de mil que se tienen comprometidos.
Lo ideal sería que el gobierno de la República, al escuchar la experiencia de cada estado, pueda continuar con los beneficios que traían estos esfuerzos, ya sea con un nuevo proyecto, que mantenga los beneficios que encontraban las empresas inversoras, y que permita fortalecer los proyectos bandera del gobierno federal, todo en beneficio de la zona más rezagada de nuestro país.
Analista. @azuletcheverry
