En un momento de distracción, a mitad de una pérdida momentánea de enfoque, es fácil despreciar los 40 km (tope) de autonomía que provee por sí solo el motor eléctrico del Countryman PHEV. Uno quiere hacer cálculos mentales rápidos (“¿Con una carga completa podría ir a Santa Fe y de regreso?”), colocarse en situaciones extremas, como si el motor tricilíndrico turbo de este Mini aventurero no existiera, como si no estuviera bien plantado allí, sobre el eje delantero. ¡Cuánta insensatez!
Sin embargo, ese ‘riesgo de olvido’ de su carácter híbrido es entendible, pues proviene de una realidad maravillosa: el avance acelerado de la tecnología 100% eléctrica . Todas esas noticias y constataciones de baterías cada vez con mayor capacidad, menos voluminosas, con química mejorada. Y propulsores más y más eficientes. Hay tanto optimismo en torno al ‘cero emisiones’ generalizado, que incluso un auto tan avanzado como este puede padecer de incomprensión.
Este es el primer híbrido enchufable de Mini. Tiene un tren motriz derivado del BMW i8 , uno de los mejores híbridos del mundo (motor eléctrico en el eje trasero; motor de combustión en el eje delantero, en equilibrio preciso y capaces de trabajar simultánea o alternadamente). L a potencia combinada de los dos motores es de 224 hp , nada lejos de la fuerza de un Mini John Cooper Works (231 hp); acelera de 0 a 100 km/h en 6.8 segundos, ¡con una eficiencia de 47 km/litro! O como la marca prefiere calcular: a 50 centavos, el costo de cada kilómetro.
Lo que queremos decir es que este Countryman es un auto fascinante... que conocimos un día después de enterarnos de que el Mini Cooper 100% eléctrico entraría a producción masiva en 2019 . La fiesta se le ‘aguó’ un poquito.
Bien, veamos la imagen justa. BMW pone de frente uno de los portafolios de movilidad sustentable más amplios del mercado mexicano. Además del i3 e i8, se cuentan las versiones híbridas enchufables del 330 y el X5 . Y ya tenemos al Countryman, lo más cerca que estará un Mini a las sensaciones y capacidades de un SUV, sumándose a la lista. Desde el puesto de conducción lo que domina es la marcha sólida y la confianza transmitida, sobre cualquier elucubración o posicionamiento de mercado.
La versatilidad. Ya hemos dicho en estas páginas que uno de los rasgos más disfrutables en los autos de tecnología híbrida (en los de última generación, al menos) es la posibilidad de seleccionar, con la facilidad de un solo botón, el modo de propulsión. Motor de gasolina y eléctrico al mismo tiempo o cada uno de ellos en solitario. Sí, disfrutable; una actividad recreativa, como la fascinación ante un gadget nuevo, recién salido de la caja. Esto se refuerza con las gráficas en pantalla que muestran didácticamente el flujo de energía y hasta el más pequeño dato sobre eficiencia y estilo de conducción.
Pues bien, en el Countryman PHEV este placer se refuerza al agregarse una variable: la tracción. Si se rueda solo ‘eléctricamente’, la tracción es trasera; de hacerlo con el tricilíndrico, es delantera. La doble tracción (el ALL4 de su apellido) se alcanza con el modo híbrido completo, aunque cualquiera de los motores entra al quite automáticamente para optimizar la estabilidad en diferentes condiciones de velocidad y terreno.
Por lo demás, este Mini híbrido es igual que cualquier otro Countryman. En el exterior, solo se descubre su naturaleza por la ‘S’ en color amarillo en la parrilla y escotilla trasera. Y por la gran tapa del enfuche para la recarga, a un costado.
Los $709,900
que cuesta incluyen el wallbox y su instalación en tu casa. Con él, el proceso de recarga de baterías puede durar entre dos y tres horas. También lo puedes cargar, claro, en cualquiera de las más de 200 estaciones públicas que BMW ha instalado en el país.
ESPECIFICACIONES
MOTOR (GASOLINA)1.5 litros turbo / 3 cilindros
BATERÍAS Ion litio con capacidad de 5.7 kWh
TRANSMISIÓNAutomática de 6 velocidades
RENDIMIENTO COMBINADO 47.6 km/lt
EMISIONES DE CO2 49 g/km
224 hp: la potencia del sistema completo (eléctrico + gasolina).