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El Nissan GT-R es probablemente la obra maestra de la automotriz japonesa, un auto que cuenta con un poder bestial y tcnologías de punta, dignas de una nava espacial, todo para hacer de la conducción emocionante y altamente segura, pero alguna vez te has preguntado ¿Quiénes están de tras de esa joya automotriz?
Uno de los principales responsables de la diversión y emoción en los GT-R es el Takumi, aquel que le da forma y vida al motor, es tanta su especialidad en el tema que incluso es considerado un artesano, sí así es, un artesano automotriz.
Bueno, estas personas son ingenieros especializados que moldean las piezas del motor a mano y los convierten en propulsores de alto desempeño, como el montado en este GT-R. El objetivo de que esto se realice de forma manual es que el artesano Takumi pueda eliminar cualquier imperfección que haya quedado en el motor o pieza después de haberlo revisado cuidadosamente. Por esta razón, cada motor de Nissan GT-R porta una placa con el nombre del ingeniero encargado de su fabricación.
Pero, para convertirse en un Takumi no es fácil, ya que tienen que ser personas sumamente disciplinadas, incluso algunas han logrado que su gobierno (japonés) les otorge un reconocimiento como persona ejemplar en la sociedad. Tsutomu Sakuraoka es uno de esos ingenieros Takumi, él se encarga de la sección de fabricación de matrices y moldes en la planta de Nissan en Tochigi, Japón.
Sakuraoka ha pasado 38 años perfeccionando el arte del fresado manual; y ha dedicado su vida a enseñar este oficio a las nuevas generaciones. Gracias a su labor, en 2015 recibió la Medalla de Honor de la Cinta Amarilla por parte del gobierno japonés, la cual se otorga a individuos que se han convertido en modelos a seguir gracias a la disciplina y perseverancia demostradas en sus actividades profesionales.
Sakuraoka considera que, a pesar de que muchos procesos de producción se han mecanizado, en el área dedicada a fabricar matrices es especialmente importante contar con personal capacitado para poder ofrecer materiales y partes de excelente calidad. Por ello, aunque se ha reemplazado el procesamiento manual con máquinas, es necesario que las personas encargadas de operarlas primero desarrollen las habilidades y técnicas básicas para fabricar moldes a mano.
Este video acerca a la labor desempeñada por Tsutomu Sakuraoka en la planta de Tochigi: