Desde su invención, hace más de 110 años, el automóvil ha sufrido una fabulosa cantidad de innovaciones que han mejorado la aerodinámica, la rapidez, la ligereza, la comodidad y la eficiencia. Uno de los elementos que ha sido testigo de ese progreso son los rines.
Remontándonos a finales del siglo XIX podemos recordar que las ruedas del primer auto del mundo, el Benz Patent Motorwagen, estaban fabricadas de alambre, similares a las que usan las bicicletas. Asimismo, existieron unidades como el Ford Model T que siguió los pasos de las carrozas, por lo que usaba ruedas de madera.
Posteriormente, los rines fueron fabricados con hierro para tener mayor fortaleza y un manejo más cómodo. Como siguiente avance, paulatinamente fueron inclinándose hacia el acero debido a que es más fuerte y menos pesado.
Obviamente que en la búsqueda de fabricar un auto más innovador, las compañías vieron en el aluminio las propiedades ideales para la construcción de los rines.
Comparado con el acero, además de tener una mejor apariencia, el aluminio es más ligero, duro e inoxidable; sin embargo, su costo es más elevado. Hay que tener en cuenta que su precio depende de la medida, diseño y marca pero en promedio un rin de estos cuesta 12 mil pesos, mientras que uno de acero ronda los dos mil pesos.
Es por ello que las versiones superiores de los modelos de gama alta poseen ruedas de aluminio. En cambio, los accesibles contemplan rines de acero con tapones de plástico para hacerlos ver un poco más atractivos.
Pero la cosa no para en los rines de aluminio. También están los de aleación, que se constituyen con base en combinaciones de materiales, esencialmente aluminio, con lo que se logra un rin duro, ligero y con propiedades maleables. Su precio ronda los 10 mil pesos.
También hay rines con características similares a los de aluminio, se trata de los construidos con magnesio, cuyo costo ronda los seis mil pesos.
Nuevos desarrollos. La tecnología está muy presente en estos elementos; una muestra de ello es el uso de la fibra de carbono, un material que destaca por su la ligereza. Al compararlo con el aluminio, pesa la mitad. En los autos este material permite una relación peso/potencia equilibrada. Ahora bien, no por ser más liviano quiere decir que sea frágil, sino al contrario: está comprobado que la fibra de carbono es 13 veces más resistente que el aluminio. Así que al emplearlo en los rines reduce el peso en los autos, refina la comodidad de conducción al amortiguar la vibración y mejora el desempeño.
Aunque este material tiene muchos beneficios, no todo es miel sobre hojuelas: su valor es mucho más elevado, pues cada rin cuesta en promedio cuatro mil dólares.
De igual manera, su reparación es más costosa: mientras que arreglar un rin de acero o aluminio cuesta alrededor de 600 pesos (según el daño), en los de fibra de carbono se puede elevar hasta más de 20 veces ese precio, ya que se usa una resina especial y un sistema de revestimiento térmico para que alcance altos niveles de rigidez y resistencia.
Como sucede en toda innovación tendrán que pasar más años para que sus precios sean más accesibles y, con ello, más autos hagan uso de este tipo de ruedas. En lo que eso sucede seguiremos viendo hacia e acero y el aluminio.
Fibra de carbono
- Es 45 por ciento más ligero que el aluminio
- Cada fibra de carbono individual es la décima parte del grosor de un cabello humano.
- Es 13 veces más fuerte que el aluminio.
- Un rin de fibra de carbono tiene la suficiente cantidad de fibras para darle la vuelta al mundo dos veces.
Algunos métodos de fabricación
Forjado - Se utiliza la alta presión para forjar un bloque que resulta en un rin de alta densidad, resistente y muy ligero; su desventaja son los altos costos de producción.
Moldeado a baja presión - Se usa una baja presión para llenar un molde desde la parte baja, su fabricación es más rápida y tienen un buen equilibrio entre peso y resistencia.
Fundición por gravedad - Este proceso consiste en utilizar la gravedad para llenar un molde, esto se traduce en un costo reducido; sin embargo, pueden ser más frágiles que los rines fabricados mediante otros procesos.
Deformación por fluencia lenta - Está basado en el método de moldeado de baja presión. Después del vaciado, una máquina estira y da forma al rin como si fuera forjado a mano. Desafortunadamente se usa solo para la producción de rines de autos para Fórmula 1.
Tips para cambiar tus rines
Aunque lo más recomendable es no alterar los rines que trae tu auto de fábrica, nunca está de más consentirlo y comprarle “nuevo calzado” con diseños espectaculares para que se vea más guapo; sin embargo, al hacerlo debes considerar algunos puntos para que no sacrifiques imagen por calidad de manejo.
- De preferencia respeta las medidas, en especial en diámetro de rin y ancho de cama par evitar que la llanta roce con la carrocería.
- Según los expertos, puedes aumentar hasta dos pulgadas el diámetro de tus rines, al hacerlo seguramente reducirás el perfil de la llanta por lo que deberás tener más cuidado con los baches.
- Evalúa el material con el que están construidos; de ello dependerá desde el peso, la rigidez y, por supuesto, el precio.
- Asimismo, también puedes consultar el proceso de fabricación, éste te dará un indicio de la calidad del producto.
- Cuando hagas el cambio de rines, es probable que también lo hagas de llantas. Se recomienda llevar tu auto con un especialista para que después te realicen alineación y balanceo.
¿Caíste en un bache?
Recientemente el gobierno de la Ciudad de México anunció que, a partir del pasado 10 de noviembre, el proceso para el pago de daños a vehículos provocados por baches, zanjas o coladeras abiertas, se redujo de seis meses a 10 días. Lo único que se debe hacer es llamar al 01 800 500 150 00 para que un ajustador evalúe los daños y verifique los documentos del conductor. En caso de proceder, se entrega una cédula y en el lapso señalado, la Oficialía Mayor se comunica con el afectado para hacer la entrega del cheque de indemnización.