Hasta hace unos meses, en nuestro país, los vehículos ecológicos —híbridos y eléctricos— no habían tenido la demanda que se esperaba, debido al alto precio contra a un automóvil con motor de combustión; sin embargo, desde que inició el Plan de Contingencia Ambiental de la Megalópolis, esta clase de autos ha tenido un súper éxito en ventas debido a que están exentos del Hoy no circula, del pago del Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN) y la verificación. Lejos de esos beneficios, es importante entender que poseer un automóvil híbrido o eléctrico significa ahorrar dinero en gasolina y generar un menor impacto ambiental.

Uno de los modelos ecológicos que más popularidad ha tenido en los últimos meses, especialmente en la Ciudad de México y Estado de México, es el Toyota Prius, que vio la luz en 1997 y que llegara a tierras aztecas en 2010, durante su tercera generación.

Si bien este vehículo era un auto que salía de lo convencional, ahora en su cuarto capítulo lo es en toda la extensión de la palabra. Y es que junto al diseño aerodinámico y radical de la carrocería, el interior es bastante peculiar, ya que dice adiós al cuadro de instrumentos análogo situado detrás el volante para dar la bienvenida a uno digital en el centro del tablero. Otro elemento característico de la cabina es la palanca de velocidades, que además de parecer un joystick está ubicada en la parte baja del tablero.

Dentro del inventario de la versión más equipada -Premium-, existe un cargador inalámbrico por inducción para teléfonos celulares y una pantalla táctil de siete pulgadas que además de permitir controlar el sistema de audio y navegación, demuestra cómo está trabajando el sistema híbrido. Lo que resulta extraño es que un automóvil con tanta tecnología equipe freno de mano de pedal y no uno eléctrico. Además de lo anterior también podemos decir que las vestiduras en color blanco de los asientos, tablero y paneles de las puertas a la postre, pueden resultar un dolor de cabeza debido que la suciedad es mucho más notoria que si fueran de otro tono.

Evidentemente lo mejor de este Toyota Prius lo encontramos en el manejo, especialmente en la autonomía. Al ser los embotellamientos el mejor aliado de este auto, en ciudad el tanque de combustible -se llena con 665 pesos- puede rendir poco más de 850 kilómetros. Ahora bien, debido a que en carretera entra más en funcionamiento el motor a gasolina, la cifra desciende a 810 kilómetros. Pero ¿por qué ofrece más kilómetros en conducción urbana? Pues bien, a bajas velocidades y cuando el auto está detenido en un semáforo o en el tránsito, se mueve únicamente con el generador eléctrico, por lo que no consume una sola gota de gasolina.

En cambio, al ascender una pendiente, circular a una velocidad superior a 65 km/h, o bien si se presiona el pedal del acelerador con fuerza, trabajan en conjunto el cuatro cilindros y la planta eléctrica. Lo interesante es que este último se alimenta por medio de un paquete de baterías que se llena con la energía que se genera en cada frenada, cuando no se presiona el acelerador o con el motor a gasolina de 1.8 litros. Aunque es un auto enfocado para la movilidad urbana, los viajes en carretera no son impedimento.

Mientras los autos eléctricos ofrecen más autonomía, un menor tiempo de carga y un precio más bajo, la mejor opción para no mal gastar el dinero en gasolina son los autos híbridos como este Toyota Prius.

FICHA:

MOTOR: 1.8 litros / 4 cilindros

POTENCIA: 121 hp a 5 mil 200 rpm

TORQUE: 105 lb/pie a 4 mil rpm

TRANSMISIÓN: Automática CVT

PRECIO: desde 339 mil 700 pesos

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