Tras haber ganado el Abierto de Estados Unidos en Nueva York, Angelique Kerber aterrizó esta mañana en Múnich (Alemania). En el aeropuerto, la nueva número uno del tenis mundial, tuvo una cita especial con otro atleta de alto nivel –el Porsche Panamera Turbo que unifica a la perfección el rendimiento de un auto deportivo con el confort de una limusina de lujo–. La Embajadora de Porsche no se quedó con las ganas de sentarse tras el volante y liberar los 550 caballos de potencia del Gran Turismo para llegar a la sesión fotográfica y a la rueda de prensa.
“Tras ocupar el primer lugar del escalafón mundial del tenis femenino y haber conseguido la victoria en el Abierto de Estados Unidos, Angelique Kerber ha escrito una página importante de la historia del tenis”, dijo Oliver Blume, Presidente del Consejo Directivo de Porsche AG. “Ella es una deportista fantástica y un buen modelo de conducta que pueden seguir los jóvenes. Estamos orgullosos de nuestra embajadora de marca”.