Como todos los automovilistas ya sabemos, esta semana se aplicó una nueva alza en la gasolina y diesel, donde la Magna ahora cuesta 13.98 pesos por litro (la premium se mantiene en 14.81 pesos) y el diesel pasa a 14.45 pesos por litro.
Este aumento, como todos, no fue muy bien recibido por el consumidor.
Según un recuento de la página web seminuevos.com y datos de organismos internacionales como Global Petrol Prices, el precio de los combustibles en México está entre los seis más económicos en América Latina. Sin embargo, esto no significa que el costo para los mexicanos también lo sea, pues el salario mínimo en nuestro país es de los más bajos de la región, con 73.04 pesos por día (alrededor de 2 mil 100 pesos mensuales) y, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el promedio de ingreso cada 30 días de un mexicano está por debajo de los 7 mil pesos.
En ese sentido, el alza en las gasolinas representa un gran impacto al bolsillo, pues considerando que llenar un tanque de un auto compacto cuesta alrededor de 600 pesos y el consumo mensual se calcula entre uno y dos tanques al mes, el gasto promedio mensual es de mil 200 pesos.
México se encuentra en pleno proceso de liberación del precio de la gasolina, con el objetivo de que el costo llegue a determinarse por los precios internacionales; por lo que el aumento se explica como una compensación por la caída de los precios internacionales.
A pesar de que todos los países tienen acceso a los mismos precios del petróleo en los mercados internacionales, (el precio medio de la gasolina por litro en el mundo es de 0.97 dólares al 25 de julio de 2016); en México el precio es aproximado a los 0.74 dólares. La presencia de impuestos y subsidios en determinados países producen una diferencia de precio importante entre ellos.
Normalmente, los países de mayores ingresos tienen precios más altos por la gasolina, mientras que los de menores ingresos o los productores de petróleo tienen precios considerablemente inferiores. Sin embargo, esta ecuación no siempre se cumple; es el caso de países como Cuba, donde el precio por litro es de 1.31 dólares.
¿Y Latinoamérica? De acuerdo al recuento de la página web, Uruguay es el país con la gasolina más cara, con un precio de 1.33 dólares por litro. Esto es porque la gasolina no está subvencionada y el país no cuenta con pozos petrolíferos. Por otro, el peso uruguayo se ha devaluado frente al dólar.
En Cuba y Argentina el litro de gasolina se consigue en 1.31 y 1.16 dólares, respectivamente. En Brasil se vende a 1.11 dólares el litro, mientras que en Costa Rica, Paraguay, Honduras, Nicaragua y Perú, los precios oscilan entre los 0.86 y 1.05 dólares el litro.
Los países de la región latinoamericana donde se paga menos por el combustible son: Venezuela, Bolivia y Ecuador. Cabe mencionar que el primero ha dejado de ser el país con la gasolina más barata del mundo, pues en febrero de este año, Nicolás Maduro anunció el primer aumento de precio en 27 años, por lo que ahora cuesta 0.60 dólares por litro.
Ecuador se sitúa como el país donde menos se paga por llenar el tanque, ya que desde comienzos de siglo, el precio de la gasolina, el diésel y el gas licuado del petróleo (y toda su cadena de comercialización), se ha mantenido congelado. Por ello vemos un precio muy inferior al de otros países, con 0.39 dólares por litro.