Hablar de un vehículo creado en sociedad es algo complicado —y no quiero imaginar lo que significó desarrollarlo, porque encontrar el equilibrio para que el muchacho saque genes de cada uno de los papás debió ser complicado. Hay muchos ejemplos de ello, como el BRZ y el GT 86 o el Smart ForFour y Renault Twingo, entre otros. Pero esta vez los reflectores son para el Toyota Yaris R. ¿Quién es realmente? Su nombre de pila es Scion iA, uno de los sobrevivientes de la submarca de Toyota junto con el FR-S, iM y C-HR; y supone una nueva generación del Yaris.
Es producto de un “matrimonio sin compromisos” entre Mazda y Toyota (una pareja moderna, pues). Su desarrollo se anunció en 2012; debutó en abril de 2015 en el Auto Show de Nueva York y en julio de ese año se inició la producción en Salamanca, Guanajuato donde también nace su casi gemelo, el Mazda 2 pero en carrocería hatchback.
Este muchacho es muy importante para Toyota en México, no solo en términos de evolución de producto y ventas, sino que también contribuyó para que la marca se ajustara al decreto automotriz en México, mismo que estipula que un fabricante tiene derecho a gozar de una cuota de modelos de importación sin pagar aranceles, siempre y cuando produzca en el país un mínimo de 100 mil unidades anuales.
Lo anterior se logró gracias a un acuerdo “prenupcial” con Mazda, de invertir 240 millones de dolares en su casa de Salamanca, para que salieran alrededor de 50 mil unidades del Yaris R, mismas que se sumarían a la producción de la Planta de Toyota en Tijuana, donde se construye la Pick up Tacoma, con lo que se ajusta a lo requerido por el gobierno mexicano mientras se construye su nueva casa en Celaya, Guanajuato, de donde saldrá el Corolla en 2019. Después de eso, la marca analizará si sigue con Mazda.
Manejo y análisis de producto. Antes de pasar al diseño, tocaré el punto del manejo. Es un auto que gusta mucho: tiene una respuesta ágil y precisa gracias a la dirección con asistencia eléctrica y un motor de 1.5 litros con la caja automática de seis cambios. Éste también reporta buenas cifras de consumo de combustible, con alrededor de 13km/l en ciudad.
Las suspensiones (delantera independiente tipo McPherson con barra estabilizadora y trasera Semi-independiente de viga de torsión, ambas con resortes helicoidales), también aportan mucho a la conducción al hacerla confortable, segura y a la vez divertida (lo que delata los genes de Mazda).
Al interior, crea una atmósfera muy atractiva con buena calidad de materiales y un equipamiento muy completo, con elementos como control crucero, elevadores de cristales, seguros y espejos eléctricos, controles al volante, pantalla de siete pulgadas con sistema multimedia, equipo de audio con seis bocinas, entre otros elementos de confort.
En cuanto a diseño, la parrilla y los logos lo identifican como un auto Toyota, pero si pasamos a los costados, líneas en el cofre y la silueta frontal podemos encontrarnos a un pequeño Mazda 2 escondido, mientras que en la parte trasera las calaveras nos recuerdan al Mazda 3.
En general, este Yaris R es un auto de mucha calidad, gusta el diseño y mucho más el manejo y confort interior; aun con espacio ajustado. Sin embargo, el precio está un poco elevado contra el segmento en que compite, algo que justifican en Toyota diciendo que está un escalón arriba, cosa que es cierto (al puro estilo Mazda).
FICHA TÉCNICA:
MOTOR:1,5 litros / 4 cilindros
POTENCIA: 106 hp a 6 mil rpm
TORQUE: 103 lb/pie a 4 mil rpm
TRANSMISIÓN: Automática de 6 velocidades
PRECIO: versión XLE en 252 mil pesos