Los baches en la Ciudad de México son el mayor dolor de cabeza para los automovilistas: un problema difícil de solucionar por las pocas alternativas que hay, los procesos de aplicación y lo caro que resulta para la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) que tan solo entre 2011 y 2015 realizó un total de 85 contratos con un valor que supera los 800 millones de pesos para el bacheo; sin embargo, a pesar de esa inversión, no se ha podido corregir la situación.
Ante esa problemática, en los últimos años han aparecido nuevas maneras para reparar las calles, como el llamado bacheo en frío. Se trata de una mezcla tecnificada con químicos que permiten una composición asfáltica adherible al agua, una gran ventaja en comparación al técnica tradicional que utiliza el calor, grava, arena y asfalto que difícilmente se unen con superficies húmedas.
Otros beneficios que genera el bacheo en frío, es el pre-diseño de acuerdo a las condiciones climatológicas de la zona donde se va a trabajar. Además, la mezcla se puede almacenar enbolsada hasta por 12 meses,mientras que el otro material dura menos de una semana.
“Son bastantes las ventajas del bacheo en frío: lo primero es que no se necesita echar chapopote al área en donde está el bache; eso elimina un paso. Otra es que no utilizas calor, aquí quitas las máquinas que se usan para calentar el material. Ahí ya se mejora el proceso y se reducen costos”, dijo Roger González. director de MTE Infrared, compañía de dedicada al asfalto en frío.
La reducción del costo de bacheo, según el directivo, se debe además a que este nuevo material no causa merma o pérdida. “Los municipios y las delegaciones siempre pierden hasta un 20% del material porque se pone duro y no tienen manera de suavizarlo, mientras que, con el asfalto en frío, no pasa al ser una composición densa y suave. Además siempre está disponible en momentos complicados como en las contingencias ambientales en la Ciudad de México, donde las industrias de bacheo en caliente no pueden operar”.
Según González, la mezcla en frío dura por tres años, mientras que el bacheo en caliente puede durar dos meses o menos.
Otro punto que platica González es que el asfalto en frío hace reacción con el agua. Eso limita las probabilidades de que se desmorone. “Una mezcla en caliente aplicada a un bache húmedo o con agua, se verá bonito los primeros días pero se va a comenzar a deshacer en un par de semanas debido a que no es compatible. En cambio el nuevo material permite que puedas aplicarlo en esas condiciones y el mismo trafico vehicular comprime el producto”.
Reduce la contaminación. En la técnica del bacheo en frío los procesos son más amigables con el medio ambiente porque, en comparación con el proceso de fabricación de la mezcla en caliente que utiliza entre 11 y 14 litros de diesel o de algún combustible alterno para calentar ese material y secarlo, en el asfalto en frío se usan solamente de dos a tres litros de combustible por tonelada tan solo para la fabricación de la mezcla, en ese momento se están reduciendo muchas emisiones contaminantes.
Bacheo 24 horas. “El problema es que el programa de Bacheo 24 horas del Gobierno de la Ciudad de México consiste en solamente resanar los hoyos superficiales por un método llamado JetPatcher. Lo que hace esa técnica es que es una reparación por encima; es decir, solamente se sanean baches de entre tres a cinco centímetros de profundidad y se rellenan con grava y otros elementos químicos. Eso ocasiona que en los lugares donde no fluye correctamente el agua o que se llegan a inundar por los problemas pluviales, ese material se tiende a botar y termina siendo un ‘mejoralito’ y no una reparación definitiva”, dice. En cambio, esta nueva técnica se presenta como un proceso que ya se utiliza en otros países con resultados muy positivos.