Desde que llegó a México, en enero de este año, el señor Optima se negaba a visitarme, y a mí no me urgía tanto conocerlo. Tal vez porque somos de personalidades muy diferentes.  Él tan The Police y los sedanes medianos de lujo, y yo tan Foo Fighters y los hatchback compactos.


Debo confesar que no me esperaba mucho al conocerlo. De inicio, porque  su segmento se mueve en un  círculo de amigos de  entre los 35 y 40 años de edad, lo que se traduce en sobriedad y elegancia.   Además ya había tenido contacto  con su primo el Sonata, con el que comparte plataforma, y me llevé muy bien con él pero su estilo es más inclinado hacia  quienes buscan algo conservador, muy orientado al confort y el placer de conducir.

Con Optima me esperaba algo similar pero me despertaba algo de curiosidad porque, cuando fue presentada su sexta generación en el Auto Show de Nueva York, a finales del año pasado, sus cambios, sobre todo en el exterior, se veían bastante atractivos incluso para un público menor a los 30 años de edad.


     Ahora, este sedán  que, por cierto es el modelo más vendido de KIA en Estados Unidos, llegó a mis manos en la faceta llamada Turbo GDI SXL que no solo es la más equipada de la gama, sino también es el que presume de una imagen más atlética, jovial, vanguardista y atrevida sin dejar de lado la elegancia que caracteriza este segmento (que en México es ampliamente dominado por el Volkswagen Passat con dos mil 472 unidades en la primera mitad de 2016).


Su atractivo fresco viene  gracias a elementos  como su figura alargada con caída trasera estilo coupé. El difusor en la parte posterior y  doble escape cromado, además del diseño de la zona frontal que se caracteriza por unificar la parrilla en forma de   naríz de tigre con los faros que le aportan es estilo agresivo que tanto encanta a los jóvenes.


Ese estilo también se refleja al interior con las vestiduras de los asientos deportivos  en piel de Nappa con costura gris, acabados en metal y madera, techo eléctrico panorámico, paletas de cambios al volante, pedales de aluminio, cargador de smartphone inalámbrico y, sobre todo, el  sistema de audio Harman Kardon de bocina central de cuatro pulgadas, subwoofer y amplificador  —donde se escucha muy bien Walk— sin olvidar el navegador  con pantalla táctil  de ocho pulgadas, entre otros detalles que le hacen un vehículo moderno con elementos tecnológicos de conectividad de  vanguardia.      
 
 
Lo más interesante del señor Optima es que su corazón de 2.0 litros turbo  late con la furia de  245 hp para regalar una respuesta de aceleración que le permite ir de 0 a 100 en menos de ocho segundos, un tiempo que no le pide nada a los deportivos hatch. Pero lo que más gusta es el consumo de combustible que ronda los 10 km/l en ciudad, muy aceptable en comparación con modelos de este segmento donde el promedio está entre 8 y 9 km/l.


 En cuanto a las suspensiones, delantera tipo McPhearson con barra estabilizadora y  trasera Multilink, aportan la rigidez para adentrarlo al estilo deportivo. Eso sí, sin perder la seguridad pues está equipado con      siete bolsas de aire, control eléctrico de estabilidad, sistema de advertencia de punto ciego y alerta de colisión, gestión de estabilidad, entre otros sistemas, sin dejar de lado que presume de las cinco estrellas en seguridad de EuroNCAP.


Ante todo eso, este Optima Turbo tiene todo el feeling para  ser el amigo de cualquier joven menor a 30 años que busque vitalidad y modernidad en un auto.

FICHA TÉCNICA:

MOTOR: 2,0 litros turbo / 4 cilindros

POTENCIA: 245 hp a 6,000 rpm

TORQUE: 260 lb-pie a 4,000 rpm

TRANSMISIÓN: Automática a 6 velocidades
PRECIO: 441 mil Pesos

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