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La industria automotriz busca ser socialmente responsable y una de las medidas que se utilizan desde hace unos años es la sustentabilidad. Tal es el caso de la empresa Ford y su alianza con la tequilera mexicana José Cuervo, que buscan ayudar al medio ambiente trabajando en conjunto utilizando los restos de agave que se usan para la elaboración del tequila con el fin de generar bioplásticos que sean parte de los automóviles.
El proceso comienza con el ciclo de crecimiento de la planta de agave, que tiene como mínimo siete años. Una vez cosechado y antes de la molienda, el corazón de la planta se cuece para proceder con la extracción del jugo para su destilación. Las fibras de agave restantes se empacan desde Tequila, Jalisco, para viajar a la ciudad de Dearborn, en Michigan.
Las evaluaciones iniciales del material indican que es muy prometedor, debido a su durabilidad y cualidades estéticas, por lo que las fibras se convertirán probablemente en cableado eléctrico, compartimentos de almacenamiento y portavasos. El nuevo bioplástico también podría hacer más ligeros los autos y reducir su consumo de combustible. Estas medidas ecológicas son utilizadas por la marca americana desde el 2000, año en el que construye sus vehículos usando material de espuma de soya, paja de trigo, botellas de plástico, celulosa, madera, fibra de coco y cáscaras de arroz.
Autos con materiales reciclados.Otro ejemplo muy claro de la industria es BMW, que utiliza materiales reciclados tales como: poliéster reciclado, madera de eucalipto y plásticos reciclados, en la elaboración del i3 y el híbrido i8.
Además, las empresas japonesas Mitsubishi y Mazda invierten cerca de 740 millones de dólares al año en investigación y desarrollo de materiales resistentes y amigables con el medio ambiente. Una línea importante es la creación de autopartes con vegetales, como por ejemplo: piel seca de tomate, coco, cascarilla de arroz o raíces de plantas.
Estas medidas generan ahorros en costos de manufactura de hasta 10 millones de dólares anuales. Desde la creación del programa "Mazda Biotech Material", la empresa nipona utiliza fibras y cortezas de árboles para los exteriores de algunos modelos como el Mazda MX-5.