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La GMC Terrain Denali llega al garaje de AUTOPISTAS para presumir las nuevas tecnologías en seguridad y ligeros cambios en imagen que recibió para mantenerse como una de las SUV más atractivas y lujosas en el segmento de las compactas en el mercado nacional.
El año pasado, este modelo mostró su actualización en el Auto Show de Nueva York. Sus principales cambios estéticos se concentran adelante con una nueva parrilla cromada de tres divisiones y contorno más ancho, al igual que la fascia frontal que se fusiona con los pasos de rueda para ganar un aspecto más robusto, también estrena luces diurnas LED y rines de 19 pulgadas que elevan su atractivo estético contra el modelo de salida.
La parte mecánica se conserva, pero también continúa la versatilidad, comodidad, tecnología y el diseño elegante que caracteriza a este modelo y le aporta el estilo premium para colocarla como una de las camionetas familiares más atractivas del segmento.
Confortable como siempre. El manejo mantiene sus cualidades muy enfocadas al confort con suspensiones suaves y una dirección ligera, poco imprecisa, pero disimula muy bien el peso de la camioneta.
El motor tiene el suficiente empuje para domar el tonelaje de este vehículo, responde de manera adecuada cuando se le exige, pero con un rendimiento entre 8 km/l y 9 km/l de consumo de combustible combinado no se reconoce precisamente por ser uno de los más eficientes.
Por su peso y altura no goza de un manejo dinámico, pero la comodidad al volante es notable y más aún en ciudad gracias al amplio espacio interior y el diseño, digno de los coches premium por la calidad de los materiales, combinación de colores y estética.
Por dentro, la imagen es una “delicia visual”, la experiencia inicia desde el toque moderno y sofisticado en los costuras del tablero, tapicería de los asientos y detalles tipo madera en puertas y volante, mismas que delatan su estirpe.
Más seguridad. Le fueron integradas nuevas tecnologías para protección de los ocupantes como la alerta de punto ciego y tráfico cruzado y advertencia de cambio de carril entre otros que son de mucha utilidad en terreno citadino.
También conserva y mejora sus sistemas de estabilidad que ayudan a reducir los riesgos en caminos complicados, aunque hay que decir que le pesan las curvas cerradas.
En la carretera encontramos su mejor escenario, donde el motor y transmisión ofrecen una conducción totalmente confortable, a demás de que el habitáculo está bien sellado para evitar los ruidos del exterior.
Extraña que esta variante no disponga de una llave inteligente, de modo que para entrar al habitáculo debemos quitar los seguros con el control y para encenderlo se recurre al tradicional llavazo, algo a lo que ya muy pocos modelos de esta categoría recurren.
