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La nueva generación del auto híbrido de Toyota, el Prius 2016, fue el invitado de esta semana en AUTOPISTAS, como primicia y antes de su presentación al mercado nacional, para ser de los primeros en manejarlo y descubrir sus cartas perfeccionadas que lo consolidan como el referente de los vehículos impulsados por dos motores: uno a gasolina y otro eléctrico.
Desde el primer momento que lo vimos frente a las oficinas de EL UNIVERSAL notamos que los cambios exteriores mostrados en Auto Show de Frankfurt en septiembre del año pasado, logran opacar la idea que se tiene de que el Prius es poco agraciado, y aunque para algunos sigue como algo extraño, lo cierto es que estéticamente es más atractivo que el modelo anterior.
Manejo perfeccionado. La experiencia comienza desde que se presiona el botón de arranque y se enciende el panel al centro del tablero para indicar que se pude iniciar la conducción, todo en completo silencio, incluso al colocar en Drive la pequeña palanca montada en la consola central, justo por debajo de la pantalla del nuevo sistema de infoentretenimiento.
Al avanzar, el motor eléctrico es el primero en reportarse, el empuje delata esta propiedad, ya que la aceleración es instantánea y poderosa. Conforme se toma velocidad se nota la suavidad en el manejo gracias a la complicidad con la caja que no presenta movimientos bruscos mientras se aumenta el ritmo de marcha.
Cuando se requiere pisar el acelerador para aumentar rápidamente la velocidad o al agotarse la batería, entra en acción el propulsor a gasolina y proporciona el empuje extra que necesita el auto, para mantener los ritmos cuando las vialidades están despejadas y a la vez genera energía para el acumulador, mientras tanto éste permanece apagado gran parte del tiempo.
Es sorprendente la rapidez con la que se recupera la energía de la batería, gracias al sistema de recarga que se vale del giro del motor cuando se enciende y del frenado. Basta con circular alrededor cinco minutos con el propulsor a gasolina y un frenado en condiciones normales para que entre suficiente electricidad a la pila y la parte de combustión se apague —si no es requerido para ritmos rápidos— y circula sin contaminar.
Conducir un Prius es una experiencia de manejo verde y placentera; ofrece buen espacio para viajar cómodo, un nivel de insonorización que permite desconectarnos del ruido exterior y con el filtro contra polen y polvo integrado en el sistema de aire acondicionado se complementa un hábitat agradable, aun en tráfico pesado.
Responde a la perfección, es preciso en la dirección y con la suavidad ideal para neutralizar el mal estado de los caminos de la ciudad.
Lo que más enamora de este híbrido, es lo amigable que resulta con el bolsillo del conductor en cuanto a consumos de gasolina. Reportó un promedio de entre 19 y 20 km/l en ciudad, ¡Sí en la urbe! lo que sin duda animará a muchos a darle una oportunidad, y por si esto fuera poco, su precio apenas aumenta alrededor de 2 mil pesos con respecto al modelo anterior.