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Qué tiempos aquellos, agosto de 2014... todo era miel sobre hojuelas entre la armadora coreana y el gobierno de Nuevo León que encabezaba Rodrigo Medina y ambas partes sellaron su amor con la firma de un interesante convenio.
Hoy el panorama es completamente distinto, la relación dio un giro de 360 grados para convertirse en un tormentoso encuentro, y aunque los expertos apuestan a que los jaloneos terminarán con un final feliz, no se descarta la posibilidad de un doloroso divorcio.
El melodrama comenzó cuando Rodrigo Medina le bajó a KIA el sol y las estrellas, y la convenció para que construyera su planta en Nuevo León.
El exgobernador lanzó el anzuelo con un cebo muy apetitoso, era casi imposible que la empresa sudcoreana se resistiera. El paquete incluyó incentivos fiscales y se complementó con un terreno de 500 hectáreas valuado en 40 millones de dólares (mdd) que requirió trabajos de nivelación y plataformas por más de 80 mdd, infraestructura ferroviaria, un tanque de almacenamiento de agua industrial, una subestación eléctrica y la relocalización de las instalaciones de gas, que en conjunto todo esto, según dicen, supera los 40 mdd.
Hasta ahí todo rodaba muy bien, con una conducción confortable y sobre un asfalto de ensueño.
La bronca vino cuando llegó “El Bronco” Jaime Rodríguez. Al nuevo gobernador no le agradaron todas esas prerrogativas y si no ha declarado abiertamente que pretende echar por tierra ese convenio, sí ha dado a entender la posibilidad de un divorcio de su gobierno con KIA, a menos que la armadora acepte renegociar el documento.
Dicen los que saben, que lo que más encendió al mandatario estatal, es la exención del impuesto sobre nómina durante 20 años, cuando la ley establece un máximo de cinco años, que también ha declarado anomalías en la compra del terreno y que exige que la firma oriental pague mil 700 millones de pesos para cubrir los impuestos que se generaron por la nivelación del terreno.
La moneda está en el aire. Por lo pronto, Víctor Alemán, gerente de Relaciones Públicas de la planta de KIA Motors México, señaló que la armadora continúa con los planes previstos para arrancar operaciones en la primera mitad de 2016 en la planta en la que invirtió 3 mil mdd y que tendrá una capacidad de producción de 300 mil unidades al año y que se contempla que generará de 10 mil empleos directos e indirectos