De junio a septiembre las lluvias suelen complicar aún más el tránsito vehicular, es más común que los semáforos se descompongan, que se reporte un mayor número de derrapes o que los vidrios de los autos se empañen durante al conducción. De acuerdo con reportes de las autoridades correspondientes, en este periodo, la cantidad de choques y accidentes viales reportados se incrementa entre 20% y 35%  de los cuales  90% son provocados precisamente por las precipitaciones de agua que muchas ocasiones vienen acompañadas hasta de granizo y se dificulta más la visibilidad.

CAMBIA  LAS LLANTAS
Mantenlas bien infladas y con una buenda banda  de rodadura. Cuando ya están lisas, casi sin dibujo, son un peligro constante y más aún cuando el pavimento está mojado porque ya no drenar el agua que normalmente se acumula en las figuras que tienen contacto con el pavimento; se quedan sin  tracción y se pierde del control del vehículo.


ATENTO CON EL DE ADELANTE
Procura seguir las huellas del carro de adelante, a menos que veas que éste cae en un charco, pero mientras eso no suceda, estarás seguro que vas por una vía segura, libre de charcos o agujeros que puedan dañar tu auto.


SI EL COCHE  DERRAPA 
No frenes con fuerza, pero hazlo de manera firme dirige el carro en  dirección hacia la dirección que va derrapando.

CUIDADO  CON LOS CHARCOS
Cuando pases por uno se pueden mojar las pastillas de frenos. Pisa el pedal intermitentemente para limpiar el sistema de frenado.

EVITA  EL CONTROL CRUCERO
Si es imprescindible que manejes bajo la lluvia, no uses el control de velocidad crucero del auto porque lo que más necesitas es tener el control de la velocidad.

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