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La tecnología de conectividad gana cada vez más presencia en el mundo motor y Google prevé que en cinco años los autos inteligentes serán una realidad mientras la Asociación de Electrónica de Consumo de Estados Unidos estima que la facturación en ese rubro crecerá este año 3.0% equivalente a 11 mil 300 millones de dólares
El alcance que han logrado estos sistemas, obliga hoy a los gigantes del sector automotor, a consentir a sus clientes con algo más que estética y potencia en sus autos, ahora las necesidades del mercado tienden a un crecimiento de conectividad que vaya más allá de los servicios de geolocalización y emergencias.
Lo interesante en este tema es ver cómo han reaccionado las marcas. Héctor Marín, director senior de Asuntos Gubernamentales en Qualcomm México, explica que más allá de las características esenciales que diferencian a un fabricante de otro, estos empiezan a integrar sistemas de conectividad que permiten al cliente tener un auto con módulos de comunicación y tecnologías de última generación, como la red LTE.
La penetración de estos métodos, en primera instancia, fue exclusiva para el segmento premium, en vehículos de las marcas Audi, BMW, Mercedes-Benz o Rolls Royce, que fueron pioneras, pero poco a poco se ha extendido hacia todos los segmentos.
“Toda esta integración empieza a marcar una diferencia. La penetración, como en todas las tecnologías, ha ido de los modelos premium, en donde lo integran como un diferenciador, y poco a poco se ha masificado; todavía en México apenas va surgiendo y hay muchos factores involucrados, las marcas tendrán que eval uar las alternativas que tiene en el mercado para llegar a acuerdos comerciales y ofrecer al cliente un paquete totalmente integrado”, comenta en entrevista Héctor Marín.
GM y ONSTAR, los primeros. La primera compañía que introdujo el sistema de seguridad y navegación automotriz a México, fue General Motors en 2013 con ONSTAR, disponible sólo en algunos modelos de las cuatro marcas de GM (Chevrolet, Buick, Cadillac y GMC) para colocar a México como el primer país latinoamericano que cuenta con esta tecnología.
Un punto en contra. De acuerdo con el experto, la falta de una buena estructura en telecomunicaciones no siempre beneficia a los autos que cuentan con esta nueva experiencia, también puede influir en el retraso de la llegada de otros servicios vanguardistas que permitan expandir la calidad de un producto.
Los autos que llegan a nuestro país son similares a los de otras partes del mundo, no obstante existen muchos huecos en áreas alejadas en donde no hay señal, para lo cual Roberto Hernández, presidente del capítulo Ciudad de México de ISACA, propone desarrollar aplicaciones y ambientes que convivan con el auto para que brinden mayor información de baches, tráfico, etcétera.
En entrevista, agrega que esas prestaciones, como en cualquier otra parte del mundo, ya existen, sin embargo hay otras más avanzadas que se incluyen en los famosos “autos inteligentes” y permiten entrar en contacto con distintas autoridades para reportar mayores incidencias y aunque en México apenas comienzan a desarrollarse, confía que en poco tiempo se integrarán.
¿Influye la conectividad en el gusto de los clientes? De acuerdo con Héctor Marín, es cuestión de gustos y necesidades. Será la elección del modelo, pero lo que exija el mercado local siempre será un punto de referencia cuando las compañías tratan de colocar un vehículo.
“En algunas regiones por ejemplo, las armadoras ofrecen como base los servicios de geolocalización, pero en otras, esta prestación puede ser molesta para clientes que no quieren ser rastreados”, comenta el funcionario.
Agrega que al final, la demanda de estas asistencias obliga a los gigantes del sector automotor a posicionar todas las tecnologías en base al mercado y segmentos específicos sin impactar en el bolsillo del comprador de un auto porque lo que busca es que su carro tenga la mayor cantidad de tecnología de conectividad posible.
Marín explica que la prioridad del conductor ya no es que el auto tenga muchos caballos de potencia porque es difícil que lo pueda correr en ciudad, ahora lo que busca es que su carro tenga mucha conectividad, aunque haya sistemas que no los usen o no sepan usarlos, pero el hecho de que el carro tenga ese “algo” ya es una ventaja competitiva para las marcas.
Hay situaciones sin embargo, donde el distribuidor sabe bien qué características debe ofrecer, por ejemplo a los taxistas, que requieren es un auto con muy buen rendimiento de combustible, de refacciones fáciles de encontrar y que no sean caras, a él se lo venden posicionando esas características, la tecnología de conectividad es un plus; mientras que esa distribuidora, en un segmento más alto, con un cliente dispuesto a pagar mayores características de conectividad, le ofrece beneficios distintos” agrega Héctor.
¿Estamos protegidos? El tema de la inseguridad, como el hackeo que se puede dar en estos sistemas a través de una red de conectividad 3G, como sucedió ya con el modelo Jeep Cherokee, que fue detenido a distancia y en medio de la autopista, y que en un comunicado, la firma anunció que ese tipo de problemas no afectan a sus productos fuera de Estados Unidos.
En ese sentido, Roberto Hernández expone que “a la postre de este caso, y según el nivel de seguridad de la conexión, los datos de los usuarios se pueden ver comprometidos en sus autos ya que aún no es un tema que esté regulado. En Estados Unidos y Europa, se han hecho pruebas donde han podido tomar control de algunas funciones. No es como que te puedas robar un coche remotamente, pero será una realidad a futuro.
El futuro de la conectividad. De acuerdo con los expertos, el siguiente paso en la evolución de la conectividad ya se puede ver en marcas como Audi, Volvo, BMW, Ford o Volkswagen, que para efectos prácticos cuentan con un desarrollo que posibilita la comunicación del auto con el entorno, o se puede controlar de forma remota a través de gadgets como los relojes inteligentes.
Desde 2011, Google cuenta con un desarrollo de prototipos sin volante, que alcanzan una velocidad de 40 Km/h. Según la empresa tecnológica, los sistemas para construir autos inteligentes, podría estar lista en 2020.