Hace algunas semanas, la Cámara de Diputados aprobó la Ley Fintech, la cual, entre sus estatutos hace mención al concepto de “Open Banking”. Esta norma se refiere a la obligación que tienen las entidades bancarias en México de posibilitar el acceso, por parte de terceros, a datos de clientes e infraestructura de pago, siempre y cuando cuenten con el debido consentimiento.

Este es un nuevo ecosistema al que los bancos deberán adaptarse. Es momento de moverse de un entorno cerrado, a uno donde tendrán que aprender a trabajar de cerca con terceras partes. Para lograr el éxito en esta era Fintech, los bancos deberán enfocarse en tres áreas: rediseño de su estructura y cultura organizacional para poner la innovación al centro de la organización, uso de la información de los clientes de maneras nuevas e innovadoras y asociaciones con empresas fintech, permitiendo la colaboración entre ambas entidades.

Primero, las estructuras organizacionales y cultura interna deberán replantearse. Hoy en día, en la mayoría de los bancos la innovación es un proceso lento. Existen estructuras jerárquicas y trabajo en silos. Sin embargo, ahora se debe promover la innovación, estimular una mentalidad de ‘fracasa pronto y aprende rápido’ y nutrir la colaboración interna eliminando silos y encaminándose hacia estructuras menos jerárquicas.

En la actualidad la información es el nuevo oro y el reto de los bancos es aprovecharla para maximizarla experiencia del cliente. En las instituciones bancarias la información existe por silos, es decir que los sistemas del banco no se comunican entre ellos, y la mayoría de las instituciones tienen problemas para lograr una visión completa de sus clientes. Ahora deben invertir en análisis y capacidad para personalizar sus productos, servicios e interacciones con sus clientes. Por ejemplo, entre otras cosas, pueden utilizar redes sociales e información del buró de crédito para conseguir entender a profundidad los patrones de consumo y comportamiento de sus clientes y ofrecer aprobaciones de crédito prácticamente en tiempo real. Otro uso importante, sería la aplicación de análisis avanzados de la información para la prevención de fraudes y combatir crímenes financieros, con el fin de mejorar la experiencia del cliente.

Por último, en esta transformación de ecosistema en la que se encuentran, sería ideal que los bancos buscaran asociarse con empresas fintech para complementar su oferta actual. Esto representaría un proceso de aprendizaje tanto para bancos como parafintechs. Pero no deben apresurarse a buscar socios, sino que deben evaluar si su visión a largo plazo coincide con las de las fintechsy seleccionar aquellas que puedan comenzar a entregar resultados en el corto plazo. Al realizar esta búsqueda, no deben limitarse a seleccionar exclusivamente a fintechs mexicanas, ya que podrían beneficiarse con socios de otros países. Al asociarse, los bancos tendrán que adaptarse a trabajar bajo metodologías ágiles y las fintechs deberán entender la complejidad de los sistemas más antiguos de los bancos y los requerimientos regulatorios, generando así una cooperación mutua que beneficie a ambos.

Los bancos deberán considerar estas tres áreas si quieren tener éxito y no quedarse como espectadores mientras la industria financiera se transforma.

Financial Services Advisory, PwC Mexico

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