Mañana se llevará a cabo una de las elecciones más importantes en la historia de México. Se elegirán 18 mil 311 cargos a nivel federal y local. En un sistema democrático, las decisiones se toman con base en la regla de mayoría. Cada uno de nosotros tenemos el futuro en las manos y es nuestra responsabilidad elegir el rumbo que tomará nuestro país.

La democracia requiere la participación política de los ciudadanos. Es por eso que no podemos permanecer indiferentes ante este proceso. Es fundamental salir a votar el día de mañana. Quiero invitarlos a ejercer su derecho al voto como miembros del electorado libres y soberanos.

Voten desde un espacio informado, consciente y propositivo, no desde un espacio de enojo o rencor. Voten con la mirada hacia adelante, hacia las cosas que sí se pueden hacer para mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos.

Voten por las propuestas que los convenzan y los candidatos que mejor los representen; más allá de los partidos políticos o los incentivos perversos. Dejar de votar es darle el poder a los demás, callar la voz y permitir que otros decidan por nosotros. Es resignarse y darse por vencido antes de intentarlo, matando poco a poco la esperanza. El cambio es posible, si empezamos con nosotros mismos.

Votar es un paso importante en el ejercicio de nuestros derechos políticos, es una manera de participar en la toma de decisiones públicas que nos afectan a todos. Quejarse no es suficiente, especialmente si esta acción no va acompañada de actitudes propositivas.

Las elecciones del día de mañana también son una oportunidad para impulsar una agenda de género y el liderazgo político de las mujeres.

La participación de las mujeres en la política es necesaria para la consolidación de la democracia y para alcanzar una sociedad justa e inclusiva, en donde las demandas de todos los sectores de la población se traduzcan en cambios legislativos y en políticas públicas.

De acuerdo con los resultados de la pasada elección, las acciones afirmativas han incrementado el número de candidatas a cargos de elección popular. Sin embargo, un estricto cumplimiento de la norma de paridad en las candidaturas no es suficiente. Tampoco es suficiente el discurso de que la visión femenina es un elemento fundamental de la vida partidaria.

Las mujeres están interesadas y están preparadas para ocupar cargos públicos. Tu voto puede hacer la diferencia, elevar el nivel de influencia de las mujeres en el ámbito político y abrir la puerta a una era marcada por la igualdad de género.

La participación política no se termina después de llenar la boleta electoral. Es importante exigir a los candidatos electos el cumplimiento de sus propuestas y una rendición efectiva de cuentas. Hagamos eficientes las herramientas para ejercer presión e impulsar los intereses de los diferentes sectores de la población.

Si están cansados de la manera en la que se conduce nuestro país, no se queden con los brazos cruzados. Critiquen, cuestionen, reflexionen, pero también participen. Recuerden que son ciudadanos con derechos políticos y capacidad de ejercerlos. Este 1 de julio, ¡salgamos a votar!

Fundadora de la Fundación Angélica Fuentes

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