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Ni sorpresas ni sorprendidos. La más reciente Asamblea Nacional del PRI fue el espacio donde el PRI modificó sus documentos básicos para, entre otros aspectos, abrir sus puertas a ciudadanos no militantes que podrán ser postulados a cargos de elección popular, posibilidad que incluye la candidatura presidencial.
Quizá fue esa la modificación más notoria aunada a la eliminación del requisito de 10 años de militancia para estar en condiciones de aspirar a ser abanderado del PRI a la primera magistratura del país.
Esta apertura es un reconocimiento del PRI a una realidad que a nadie nos conviene eludir: la crisis de credibilidad que viven los partidos políticos, elecciones cada vez más cerradas y la existencia de candidaturas independientes.
La sociedad exige con justicia, porque además lo paga, representantes populares a la altura de sus expectativas y en los partidos somos muchas las voces que pedimos que el esfuerzo valga y el mérito se reconozca.
Es una oportunidad en doble vía: los militantes de partido necesitamos ser competitivos y esa no puede ni debe ser una contienda cerrada. Y en el caso de candidatos externos, pueden beneficiarse de la experiencia y estructura de los partidos políticos.
Sin embargo, esa apertura no implica que podrán pasar libremente, pues hoy propios y externos deberán cumplir con otros requisitos como presentar su declaración patrimonial, de intereses y fiscal, además de someterse a una prueba de integridad que realizará el partido.
Ante una sociedad afortunadamente más crítica y participativa ya no es posible continuar con fórmulas que si bien fueron exitosas en el pasado, hoy ya no responden al nuevo entorno social y político.
Además de ineludibles, los cambios a los Documentos Básicos del tricolor se dieron en un contexto de pasión y convicción, donde hubo discrepancias y también coincidencias.
Dimos un paso decisivo en el que por cierto, no somos el primer partido en México abierto a candidaturas ciudadanas, como ya ocurre en Alemania, Argentina, Australia, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Irlanda y Polonia. De acuerdo con el estudio Candidaturas independientes en el mundo. Registro y prerrogativas, elaborado por el TEPJF, esos países cuentan con mecanismos para que los ciudadanos puedan postularse a diversos cargos de elección popular.
En total e irrestricto apego al mandato constitucional del artículo 41, el Revolucionario Institucional ha constatado su compromiso para promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postula y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo.
Senadora por el Estado de México.
@AnaLiliaHerrera