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Una balacera irrumpió la tranquilidad del verano para los comensales de un restaurante ubicado en Plaza Artz de El Pedregal, quienes de inmediato se tumbaron pecho a tierra y no faltó quien grabara el evento para compartirlo en sus redes sociales.
Con celeridad las autoridades de la Ciudad de México dejaron correr la versión de que el atentado que cobró la vida de dos personas fue motivado por cuestiones “pasionales”. Una mujer, identificada como Esperanza “N”, de 33 años, habría dado muerte a su expareja sentimental, a quien conoció a través de Facebook, con una pistola que compró por 7 mil pesos. En el arrebato, el acompañante de quien dijo “la engañó” también perdió la vida como una víctima colateral.
Sin embargo, los medios sociales digitales no compraron la pronta versión difundida por la agencia estatal de noticias Notimex y comenzaron a realizar conjeturas, porque en el análisis inmediato algo de los hechos no cuadraba. Y tuvieron razón. Hoy sabemos que las víctimas Azulay Alón y Jony Ben, son un par de israelíes con antecedentes penales, vinculados al tráfico de drogas.
Mientras en México se quería sostener la versión de la asesina despechada, en los medios israelíes de pronto se comenzó a develar la verdad: @newsisrael13 escribió en su cuenta de Twitter: “Uno de los israelíes que fue asesinado a tiros en México es Ben Sutahi, uno de los principales criminales de Israel y rival de una organización musulmana. También es posible que el agresor estuviera cerca del prisionero fugado Erez Akryashvsky, quien fue deportado ayer a Israel”. Mientras que The Jerusalem Post reveló que Sutji fue liberado de una prisión israelí hace seis meses. “Cuando se dio cuenta que la policía lo buscaba, se mudó a México, pues ahí tenía una novia”.
Durante la tarde del 25 de julio y en días siguientes se detectaron las tendencias que se posicionaron a nivel nacional e internacional: #PlazaArtz, con un alcance de 97 millones y 10.9 millones de interacciones; #ArtzPedregal tuvo un alcance de 109 millones y 8.9 millones de interacciones y Plaza ARTZ tuvo 147 millones de alcance y 28.7 millones de interacciones.
Cuando la especie reinante era un homicidio pasional, 37% de la audiencia se quejaba de la inseguridad en la #CDMX y culpaba a Claudia Sheinbaum de no hacer nada por resolver el problema; el 22% de la audiencia reconoció que las autoridades reaccionaron rápido para detener a la presunta agresora; el 17% asoció el tema a los gobiernos de la #4T en donde ha habido un incremento del índice delictivo; el 14% lamentó los hechos y el 10% etiquetó a otros usuarios para que vieran los hechos.
Cuando se supo de la identidad y el historial criminal de los ejecutados, la tendencia en la conversación cambió. El 23% de la audiencia critica a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum y a la #4T de no dar resultados en materia de seguridad, el 19% no cree la versión de las autoridades. Aseguran que todo fue un show. El 18% pide no minimizar el problema de la inseguridad en la Ciudad de México. El 15% asegura que Esperanza es un distractor, para quitar atención de lo que realmente sucedió. El 14% dice que es algo de temer que haya una mafia extranjera en México, afirman que ya tenemos la suficiente violencia y finalmente el 11% lamenta la falta de capacitación de los policías, ante este tipo de situaciones.
La conversación se generó en: Facebook 34%, Twitter 24%, YouTube 21%, portales web 16% e Instagram 16%. La interacción la dominó Twitter con 32%, portales web con 24%, YouTube con 21%, Facebook con 19% e Instagram con 4%.
El tema que alcanzó dimensiones internacionales recibió un tratamiento muy distinto al que debía esperarse en los medios sociales digitales, como en una auténtica Torre de Babel, cada usuario o grupo de usuarios lo abordó conforme a sus intereses particulares, sus fobias y sus filias, pero muy pocos lograron ir más allá de la reproducción de videos o de postear a favor o en contra de un gobierno y sus integrantes. La balacera en la Plaza Artz no sólo se trata de un asunto de inseguridad local, es ante todo el reconocimiento que en el crimen organizado operan fuerzas más allá de las visibles y que si las autoridades carecen de servicios de inteligencia confiables, dentro de poco otra será la plaza que se esté rindiendo.
***Foto: ARCHIVO. EL UNIVERSAL