El discurso de sexenio es la 4T y en unos cuantos días se han empezado a mover inercias y a descolocar viejos arreglos. Hay reacciones y malestar, se escucha el rechinido de las estructuras de poder. El presidente quiere cambiar el rumbo del país y despliega proyectos que producen resistencias. Hay un clima polarizado y de incertidumbre, pero también hay prisas y decisiones polémicas. Vamos a ensayar tres hipótesis como un ejercicio para tratar de entender —sin aprobar o reprobar— la lógica de este gobierno.
1.- Hipótesis sobre las emergencias. Varias de las decisiones más importantes que ha anunciado AMLO se van a convertir en políticas públicas. La base de estas decisiones parte de un diagnóstico sobre las condiciones en las que se encuentra el país: México está en una emergencia nacional, por lo que es necesario actuar de inmediato. En ese sentido se puede ubicar la decisión de crear una Guardia Nacional para enfrentar el gravísimo problema de violencia e inseguridad. El debate está polarizado entre los que afirman que no se debe militarizar, sino tener mando y estrategia civiles, y los que señalan que se trata de una situación urgente y que el recurso a la mano son las Fuerzas Armadas. En las emergencias está el caso de Ayotzinapa, en donde estará a prueba la decisión de romper con el pacto de impunidad en las élites para llegar a la verdad sobre los 43 normalistas. Es urgente combatir la corrupción y para eso se ha decidido centralizar decisiones y presupuestos, desde las compras hasta los superdelegados en cada estado de la República. ¿Cuáles serán los resultados inmediatos?
2.- Hipótesis nuevo juego entre poderes. El fondo de algunas decisiones que ha tomado AMLO lastiman viejos pactos y están en construcción nuevos pactos para apoyar los cambios propuestos. Se quieren tejer acuerdos y medir hasta dónde se puede tener una correlación de fuerzas más favorable. Aquí entra la relación con los grupos empresariales, con el capital financiero y con los inversionistas. Para eso se han tomado decisiones como no hacer (por lo pronto) una reforma fiscal, no subir tasas impositivas y no modificar comisiones bancarias. Hay también una disputa con otros poderes, como con los gobernadores por recursos y autonomías. El caso más conflictivo ha sido con el Poder Judicial por la Ley de Remuneraciones a servidores públicos, que está en pleno litigio. Otra parte del ejercicio del poder es el presupuesto, que establece un fuerte apoyo a los proyectos prioritarios del gobierno, como trabajo, energía, becas, e infraestructura. En este espacio hay decisiones polémicas como la cancelación de la reforma educativa y el cierre del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE). Se plantea hacer una nueva reforma sobre la base de un pacto con los maestros. ¿Qué se puede esperar de estas luchas por el poder?
3.- Hipótesis sobre la recuperación del Estado. Se ha dicho de forma repetida que la 4T es un cambio de régimen. El concepto se refiere a estrategias, actores y mecanismos de acceso al poder. Las elecciones del 1 de julio modificaron el sistema de partidos, generaron una nueva mayoría y otra representación. Sin dejar de lado esta parte, quizá sea conveniente pensar en el supuesto de que el nuevo gobierno quiere recuperar el Estado, lo cual implica, de acuerdo a las categorías de Guillermo O’Donnell, dejar atrás un Estado mínimo, pasar a un Estado que funcione y, si alcanza el tiempo, llegar a un Estado democrático. El objetivo de AMLO es ampliar las capacidades estatales para incentivar el desarrollo y atender las zonas que se han rezagado; quiere recuperar la autosuficiencia energética y alimentaria. Se ha propuesto pacificar al país, que es el mayor desafío que enfrentará su administración. En este intento ha puesto por delante una estrategia redistributiva y de incrementos salariales (se propone subir de $88 a $102 pesos el salario mínimo). Para lograrlo se han impulsado cambios en la administración pública con políticas de austeridad y reducciones salariales que detonaron un conflicto con el Poder Judicial. Urge recuperar un Estado capturado, pero ¿iremos en la ruta correcta?
Todas las apuestas de la 4T a prueba en 2019…
Investigador del CIESAS