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Este nuevo año anuncia novedades políticas rumbo a la sucesión presidencial. En estos seis años el país ha empeorado y quizá el rasgo más preocupante de este proceso sea la profundización del pacto de impunidad que han construido los gobiernos del PRI y del PAN. Ese pacto está conformado por las redes de intereses que reproducen la corrupción y protegen con impunidad a la clase política. Van desde lo más alto de la pirámide del poder y llegan a todos los rincones donde se toman decisiones.
En cada sucesión presidencial los candidatos y sus partidos repiten el cuento de que ellos van a cambiar el país y se va a terminar la corrupción, la impunidad y la violencia, y cada sexenio termina peor que el anterior. Una de las consecuencias más graves de este pacto ha sido el incremento de una violencia que se mueve al amparo de la corrupción y la impunidad dominante.
En la época electoral abundan las promesas aderezadas de agresiones; nos inundará una guerra sucia a través de los casi 60 millones de spots publicitarios que tendremos que aguantar hasta fines de junio. A diferencia de 2012, cuando la televisión jugó un papel definitorio, ahora las redes sociales tendrán también un gran protagonismo.
Muchas cosas han empeorado en este sexenio que se aproxima al final, como lo indican varios índices internacionales en materia de corrupción, impunidad y violencia. El escenario político en 2012 presentaba una transición que se había extraviado con los reacomodos de las dos presidencias panistas, que se dedicaron a reproducir el pacto de impunidad, cuando se habían comprometido a combatirlo. La mediocridad del foxismo y la violencia que desató el calderonismo, colocaron las piezas para el regreso del PRI. ¿Por qué Anaya y lo peor de las tribus del PRD van a ser diferentes?
Hoy ya no hay dudas, con Peña Nieto el país atraviesa por una regresión autoritaria en derechos humanos, una libertad de expresión confiscada mediante el pago de publicidad oficial, compra masiva del voto con recursos públicos para apuntalar a su partido, como lo demostró el caso de Chihuahua, en donde se triangularon recursos de la SHCP al PRI. Me gustaría equivocarme, pero lo más probable es que la elección de 2018 será una elección de Estado, lo más alejado posible de una contienda equitativa.
Hace seis años había certidumbre sobre el proyecto económico y la relación con Estados Unidos. Hoy con Trump toda la agenda bilateral se mueve en arenas movedizas (inmigración, comercio, frontera). 2018 será muy importante para saber qué pasará con el TLCAN, los dreamers y el muro fronterizo.
Hace un sexenio el país llegó exhausto a las elecciones después de varios años de mucha violencia, muerte y crecimiento del crimen organizado. Llegamos hasta la madre (Javier Sicilia dixit) de una estrategia completamente equivocada. Hoy vemos los terribles resultados de esta administración que repitió el fracaso y lo incrementó. Y todavía Meade se atreve a decir que el país va muy bien. Urge modificar la ruta militar de Calderón y Peña.
En 2012 Calderón llegó a la sucesión con pocas fichas para que su partido continuara en la Presidencia y, de hecho, no apoyó a su candidata. Hoy Peña llega a la sucesión con una altísima reprobación, pero con toda la voluntad de impulsar a su partido y a su candidato (con medios legales e ilegales) para conservar el poder y continuar con el pacto de impunidad.
En 2012 la campaña tuvo paradojas y se movió de manera importante por imprevistos que no estaban en ningún cálculo político, como el movimiento #YoSoy132. Hoy está todo por ocurrir en los próximos meses. Lo que sabemos es que esta elección se enfrentará a un INE mucho más capturado de lo que estuvo el IFE; y a un tribunal que milita abiertamente con el tricolor, como lo demostraron los casos de Coahuila y el Estado de México.
Las tres alianzas partidistas nos muestran un alineamiento en dos proyectos: continuidad o ruptura pacífica. La novedad de las candidaturas independientes no hará contrapeso y si alguna llegara a la boleta, fragmentaría más el voto. El gran tema de la campaña debería ser cómo terminar con el pacto de impunidad. Necesitaremos mucha tolerancia para aguantar estos comicios. Buen año y empezamos…
Investigador del CIESAS.
@AzizNassfi