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Expertos en oceanografía y arqueología subacuática zarpan hoy de Cartagena hacia el buque hundido "Nuestra Señora de las Mercedes", para completar la excavación del fragmento de la nave del que los "cazatesoros" sacaron medio millón de monedas de oro y plata, que han podido ser recuperadas.
"Nuestra Señora de las Mercedes", una nave de guerra con fines de exploración, de 36 cañones y 300 tripulantes al mando de Diego de Alvear, se hundió el 5 de octubre de 1804 a 30 millas de la costa gaditana y a más de mil 100 metros de profundidad, tras una enfrentamiento con navíos de la Armada británica.
Superada la polémica sobre la extracción de su cargamento por parte de la empresa "Odyssey Marine Exploration", obligada por los tribunales a restituir los tesoros, ahora 13 técnicos del Instituto Español Oceanográfico (IEO) y del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) zarparán a bordo del buque "Ángeles Alvariño" para iniciar la segunda y definitiva expedición a los restos de la fragata hundida.
El director del Arqua, Iván Negueruela, que comandará el equipo de arqueólogos, dijo hoy que, en el caso de que el buen tiempo acompañe durante la campaña que concluirá el 22 de septiembre, podrán tener un "conocimiento exacto" del pecio, que en agosto de 2015 ya fue excavado en un 65 por ciento de su extensión.
Negueruela detalló que en la travesía que inician esta noche pretenden hacer un mapeado completo del fondo marino donde se sitúan los restos de la fragata hundida e investigar las "zonas sensibles" en las que hay dos y tres sustratos arqueológicos para localizar los "muchos materiales" inventariados en el Archivo General de Indias.
Además, se mostró "muy optimista" con la campaña, que espera concluir con un "resultado muy exhaustivo" sobre el yacimiento subacuático, a pesar de las dificultades que plantea la profundidad a la que se encuentra, a mil 200 metros, y recordó que es la primera vez en la Unión Europea que una expedición es capaz de excavar por debajo de los 600 metros.
"Los españoles, las cosas difíciles las hacemos bien, y los milagros los bordamos, y como esto es casi un milagro, entregaremos la información del 80 por ciento del pecio", aventuró Negueruela.
Según el director del Arqua, una excavación bien desarrollada servirá para dar una "gran lección, inolvidable, a los cazatesoros" como la empresa estadounidense Odyssey, que "profanó" los restos del buque propiedad del Estado español.
Los arqueólogos estarán asistidos técnicamente por el equipo del IEO liderado por el jefe de flota José Ángel Díaz, quién concretó que dispondrán de un equipo compuesto por ecosondas, un ROV (vehículo submarino por control remoto) y cámaras de alta definición, una de vídeo y otra de fotografía, con las que pretenden realizar el mapa oceanográfico (batimétrico) del yacimiento.
La anterior expedición recuperó un cañón de bronce y once piezas más del pecio de "Nuestra Señora de las Mercedes", elegidos por el peligro de su desaparición, además de descubrir 21 cañones de hierro muy oxidados, 148 de los 800 lingotes de estaño que llevaba en las bodegas, dos culebrinas y tres anclas, entre otros objetos.
Los investigadores posicionaron todas las piezas encontradas y que fueron dejadas en el fondo, mientras que otras se sacaron para documentar aspectos de la vida a bordo de la fragata, como una maja de almirez de oro, una palmatoria de plata, tres cucharas, un tenedor y tres platos, todo ello de plata.
Estos materiales, tras su restauración, han pasado a formar parte de la colección que también conserva las centenares de miles de monedas sustraídas por la empresa Odyssey y que, tras una batalla judicial en Estados Unidos, el Gobierno español consiguió recuperar en 2012 tras probar que el barco pertenecía al Estado.
Negueruela dijo que este barco español fue "atacado dos veces" en acto de piratería, una por la Armada inglesa cuando ambos países estaban en tiempos de paz, y otra por la empresa cazatesoros 'Odyssey', que le causó graves daños para obtener el botín que, finalmente, pasó a manos españolas.
nrv