Cumpleaños 80 del máximo exponente del futbol mundial, el que hizo que se entendiera como hoy lo entendemos. El deporte cambió para siempre, cuando apareció a los 15 años de edad —el 7 de septiembre de 1956—, en un partido entre su querido Santos y el Cubatao. Dos años después, conmocionó al mundo en Suecia 1958; con 17 años, hizo maravillas, anotaba de todos lados y culminó su primer título mundial haciendo un “sombrerito” en la final, para anotar uno de los goles más bellos en la historia del futbol.
Jugó cuatro Mundiales: Suecia, Chile, Inglaterra y México. Dominador del futbol durante más de 20 años. Sería inútil compararlo con alguien más, porque Pelé es y será el futbolista más influyente jamás nacido. Podrán existir mejores que él en el campo, pero nadie para manejar su imagen de grandeza aún en estos días, cuando tiene problemas para caminar por una fallida cirugía de la cadera que le realizaron en 2012.
Pelé es un genio de las relaciones públicas. Ha pasado su vida como el ser humano perfecto, siempre sonriendo, amable. Pero detrás de esa vida deportiva exitosa, hay una vida llena de conflictos que siempre han sido tapados. ¿Cómo señalar a O Rei de actitudes, acciones y hechos conflictivos? Parece prohibido.
Una relación romántica con una empleada doméstica lo llevó a tener una hija no reconocida. Sandra Regina Machado luchó años contra Pelé, en tribunales, hasta que la Suprema Corte de Brasil obligó a darle su apellido a la mujer que vivió entre el olvido, intimidación y desprecio de su propio padre. No fue la única. Flavia Kurtz, mujer que nació de una fugaz relación con una periodista, fue reconocida como su hija años después.
Ya con su apellido, Sandra murió en 2006, por cáncer. Pelé no se presentó al funeral. Envió flores que le fueron regresadas por la familia. Su hijo Edinho también ha vivido en medio de la polémica y crisis familiar. Fue arrestado en 2005 por tráfico de drogas.
Fue señalado en 2001 porque su empresa, Pelé Sports & Marketing, no devolvió 700 mil dólares recibidos para financiar un partido de beneficencia. Salió del atolladero responsabilizando a su socio.
Maria da Graça Meneghel, Xuxa, fue una de sus tres esposas. La animadora, al divorciarse, confesó que Pelé era un adicto al engaño, porque sus escándalos se han basado en relaciones extramaritales e hijos no reconocidos.
Nunca salió de Santos; bueno, lo hizo para ir a ganar dinero al Cosmos de Nueva York. Siempre se dedicó a estar cómodo, a hacer giras.
Hoy sería inentendible no ver a un jugador de su talento en un equipo de élite. Nunca tuvo el valor para salir. Felices 80 años al hombre que cambió al futbol, que no necesariamente es el mejor del mundo, pero siempre ha dado la imagen de serlo.
