El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que saludó de mano a María Consuelo Loera, madre de Joaquín El Chapo Guzmán, por una cuestión humanitaria y calificó como hipocresía de los conservadores que lo critiquen, cuando la administración de Felipe Calderón negoció con el hijo de la señora.

“Es la hipocresía del conservadurismo, un gobierno conservador que negoció con el hijo de la señora, ¿y no dicen nada? De verdad que son hipócritas, esa es la verdadera doctrina del conservadurismo, la hipocresía”, dijo el mandatario en conferencia de prensa.

Refirió que pudo haberse negado a saludarla, pasar y no verla para que no dijeran nada sus adversarios, pero no, porque la señora tiene 92 años y “no se quiere morir sin verlo”, por ello le entregó una carta en la cual le pide que la ayude a ver a su hijo, de quien no tiene noticia desde hace cinco años.

María Consuelo Loera Pérez solicitó al Presidente su intervención para que su hijo sea repatriado al país, porque en su opinión el proceso de extradición del líder del Cártel de Sinaloa a Estados Unidos fue ilegal.

En la carta, que difundió Presidencia, la señora Loera le explica al Mandatario que sus abogados han entregado las pruebas a los secretarios de Gobernación, Relaciones Exteriores y de Hacienda, así como a la Fiscalía General de la República, “donde se demuestra” que su hijo fue entregado ilegalmente al gobierno estadounidense.

“Nada me haría más feliz a mí y a mi familia verlo donde debe estar en una cárcel en México”, dijo en la misiva.

La señora Loera Pérez también le informó al Ejecutivo federal que las gestiones que su gobierno realizó el año pasado para que pudiera acceder a una visa humanitaria para visitar a su hijo —preso en Estados Unidos— le fue negada por el gobierno estadounidense.

“Deseo insistirle sobre su apoyo para que se me permita visitar a mi hijo por mi edad avanzada y las enfermedades que me aquejan, así como mis grandes deseos de verlo, ya que tengo más de cinco años sin verlo”.

En su carta, fechada el 20 de marzo en Badiraguato, Sinaloa, la señora Loera Pérez señala que espera seguir contando con el apoyo del Presidente.

“Le deseo que nuestro se ñor Jesucristo lo ilumine y lo colme de bendiciones en esa tarea que el pueblo de México le asignó”.

En conferencia de prensa, López Obrador subrayó que su gobierno no establece relaciones de complicidad con nadie, porque “no somos como ellos”.

“Y ya dije la peste funesta es la corrupción, no un adulto mayor, quien merece todo mi respeto, independientemente quien sea su hijo, y lo seguiré haciendo”.

El mandatario federal agregó que por su trabajo tiene que dar la mano a “los delincuentes de cuello blanco, que ni siquiera han perdido su respetabilidad, entonces cómo no se la voy a dar a una señora, cómo le voy a dejar la mano tendida, se me hace mal hacer eso”.

Dijo que hubiera sido muy irrespetuoso si va con la señora y la saluda a lo lejos con la mano en el corazón, “la verdad es muy difícil humanamente. No soy un robot, tengo sentimientos”.

Explicó que la mamá de El Chapo lo esperó en el tramo en construcción del entronque a la carretera de Guadalupe y Calvo, y pidió saludarlo, por lo que tomó la decisión de bajarse de su camioneta.

“Entonces me paré y me bajé y ya sabía, pero no voy a hacer lo políticamente correcto, no soy ortodoxo, soy heterodoxo en estas cosas y siempre hago lo que me dicta mi conciencia, y actúo con principios, ideales y sentimientos, es cabeza, pero también corazón, no es la frialdad, ya lo dije, no soy un robot, soy un ser humano y tengo sentimientos”, añadió el Ejecutivo federal.

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