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rebeca.jimenez@eluniversal.com.mx
Naucalpan, Méx.—Bruno Zaleta se reincorporó este miércoles a la creación y venta de marquesitas en Satélite, después de 15 días de la agresión de que fue víctima por parte de Lord Maestro Limpio y Lady Bat.
Con una promoción de precio por producto desde un peso, y un mensaje contra la violencia, el joven afirma que lo único que quiere es recuperarse y volver a trabajar.
Aún con un intenso derrame en el ojo izquierdo y la cabeza vendada, Bruno, de 22 años, golpeado a puñetazos y batazos por una pareja, cuya agresión fue captada en un video que se viralizó el 22 de septiembre en la zona de Acropolis, donde los agresores fueron llamados en redes sociales como #LordMaestroLimpio y #LadyBat , regresó a trabajar este miércoles 3 de octubre
“La venta [ayer] es en agradecimiento, porque mi caso no es especial, lamentablemente mucha gente es agredida todos los días, tuve la suerte de ser grabado y que la gente se volcara en ayudarme, por eso hoy doy las gracias, y las marquesitas al precio que el cliente quiera pagarlas, desde un peso”, apuntó el joven al que le permitieron estar este miércoles en un restaurante de avenida de Las Fuentes en Satélite.
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“Más que la golpiza he tenido ataques de ansiedad, con mi ojo izquierdo veo muy borroso, me afectó física y sicológicamente, pero tengo necesidad de trabajar, mi familia y yo dependemos de esto”, afirma el vendedor del antojito yucateco.
“Ya no volveré a la zona de Acrópolis al Paseo Alexander Von Humboldt, pues tras la golpiza también me negaron el permiso de seguir vendiendo en el sitio”, lamenta.
Bruno relata en entrevista con EL UNIVERSAL que el 22 de septiembre llevaba cuatro días vendiendo, “me iba muy bien hasta la golpiza” y señaló “yo no plagié nada, las marquesitas que yo elaboro son con una masa integral original hecha por mí con el apoyo de un chef, muchísimo más rica y crocante”, afirma al rechazar la acusación de que copió y se apropió del concepto y de materiales.
“Cuando me golpearon yo estaba en mi carrito de marquesita y ellos me arrastraron hasta el puesto de nieves de al lado, que fue el que quedó destrozado”, y por ello la gente lo confundió con un vendedor de nieves.
