Llamó la atención el anuncio de las Chivas y su nueva apuesta para difundir sus juegos de futbol por Internet. Algo a lo que su presidente, Jorge Vergara, y la cuenta oficial de Twitter del equipo llamaron CHIVAS TV.

Al respecto, habría que decir que hay varias inconsistencias. La primera es que CHIVAS TV —según el portal del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial— es una marca cancelada luego de una orden judicial de 2010, por lo que el registro número “907629-CHIVAS TV” el día de hoy no puede ser usado.

Otro dato que llama la atención es que ningún equipo de futbol en el mundo tiene un esquema como el que anunció el Sr. Vergara, pues si bien algunos equipos europeos transmiten sus partidos vía Internet, no limitan el acceso de éstas a ese único medio. Siempre tienen otras salidas para los juegos como la TV abierta o la de paga. Desde luego, la gente de Chivas podría innovar, aunque se ve difícil que la sola presencia en Internet sea un modelo rentable para nuestro país cuando, según reveló la semana pasada la Asociación Mexicana de Internet, 54 millones de personas en México no tienen acceso a Internet (más del 45% de los habitantes).

Y del universo de usuarios de Internet en México, solo el 52% lo utiliza para consumir servicios de video vía streaming. Lo anterior, significaría una audiencia potencial, en el mejor de los escenarios, de 33.8 millones de personas (apenas el 28.4% de la población en México). Justo por esto, el tema de las transmisiones vía Internet no acaba de cuadrar.

Otro dato, no menor, es la clave que pareció dar el director técnico de las Chivas, Matías Almeyda, cuando en la conferencia de prensa en la que anunció Chivas TV señaló: “como siempre hemos tratado de transmitirle un mensaje claro a nuestro público”. ¿Habrá querido decir Claro, la marca de TV de paga de América Móvil (Telmex-Telcel) en Sudamérica que pretendería iniciar operaciones en México?

Si bien lo anterior tendría más lógica que el inventar un modelo de negocios de transmisiones exclusivamente, también el tema de América Móvil genera algunas interrogantes.

La primera, ¿por qué no se dijo abiertamente que Claro podría tener los derechos de las Chivas? ¿Por qué la falta de transparencia en una rutinaria decisión de cualquier equipo al decidir quién transmite (y quién no, como Televisa) sus juegos de futbol? En el caso de Chivas, al parecer habría alguna obligación contractual que seguiría vigente, lo que explicaría la intención de enmarañar las cosas.

Y es que Claro, no puede dar video en México por restricciones regulatorias que tiene el título de Telmex desde que fue privatizada. De hecho, cuando empresas vinculadas a Telmex transmitieron hace 5 años los juegos panamericanos fueron denunciados por TV Azteca ante el entonces regulador de las telecomunicaciones, la Comisión Federal de Telecomunicaciones. Cinco años después de la queja, la resolución sigue pendiente, pero ahora le toca resolverla al nuevo regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

Para América Móvil hace sentido meter en la programación de Claro a un equipo popular de futbol, en este caso las Chivas, con lo que le complicaría al IFT bajarle la señal so pena de dejar a millones de aficionados sin ver a su equipo, así que una hipótesis podría ser que América Móvil quiere usar a las Chivas para continuar dándole la vuelta a la prohibición que tiene en su título de concesión para dar video o TV. La medida sin lugar a dudas sería astuta y muestra las presiones a las que se podría someter al IFT para que siga sin resolver una añeja queja y en el vacío decisorio América Móvil avanza en su agenda.

Pero el impacto de algo así repercutiría en todo el sector telecomunicaciones: desde a los actuales concesionarios de TV —Televisa, Tv Azteca y Grupo Imagen— hasta a los interesados en la pendiente licitación de TV prevista para este año. También lastimaría a ATT (Iusacell-Nextel), a Telefónica Movistar y a otros operadores telefónicos. Esto, dado que América Móvil estaría dando un servicio para el que no tiene autorización, pero sobre todo, porque no tendría incentivos para cumplir con las reglas asimétricas que se diseñaron para fomentar la competencia en las telecomunicaciones mexicanas.

Y es que, desde 2006, el gobierno de Vicente Fox decidió darle video a América Móvil a cambio de cumplir varios requisitos, pero América Móvil no los cumplió en las administraciones panistas de Fox y Calderón. Y en la actual administración el proceso está en revisión, sin embargo, por los muchos elementos a cumplir parece que América Móvil está decidida a dar video pero no bajo la lógica de una autorización expresa. Tal parece que quiere darlo “de facto”, por sus pistolas, apostando a que al IFT le temblarán las piernas para ordenar suspender el servicio. Máxime si están las Chivas en uno de estos canales, con lo que se afectaría a una importante afición.

En unos cuantos meses sabremos si el director técnico de las Chivas usó sus palabras para darnos claves de lo que sucedería con Claro o, si, en cambio, el Sr. Vergara va a innovar en donde nadie lo ha hecho y a pesar de todas las dudas que arriba se exponen. Se vale hacer apuestas.

Cambiando de tema: la semana pasada se reunieron en Miami reguladores y operadores de telecomunicaciones de todo el mundo. Parece ser que luego de varios desequilibrios regulatorios se está armando un frente para regular más estrictamente a proveedores de contenidos como Netflix o Apple TV —en México ni impuestos pagan— o, en su defecto, para desregular a otros prestadores nacionales de contenidos como la TV abierta y la de paga. Por lo pronto, la Unión Europea ya mandató que Netflix lleve, cuando menos, un 20% de contenidos locales.

Twitter: @JTejado

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